La semana pasada ofrecí dos conferencias de prensa; la primera para anunciar la entrega al Gobierno de la Ciudad de un inmueble en la alcaldía Álvaro Obregón. Este edificio ubicado en una zona de alta plusvalía, en plena avenida de los Insurgentes, fue propiedad de dos exservidores públicos de la actual alcaldía Benito Juárez que, habiendo aceptado plenamente los delitos que se les imputaron, propusieron un acuerdo reparatorio para aminorar su sentencia.

Lo anterior forma parte de las investigaciones por corrupción de exservidores públicos que utilizaron sus cargos para enriquecerse ilícitamente y que como muchos de ustedes saben, a pesar de existir las pruebas irrefutables, se ha lanzado una campaña política en torno a mi actuación.

Es de conocimiento público que la utilización de mentiras y falsas declaraciones en medio de una disputa político electoral, ha caracterizado a los partidos opositores al régimen.

Yo he sostenido que los casos no se litigan en los medios y como servidora pública he preferido que los hechos hablen; pero las mentiras hilvanadas para el desprestigio de mi persona están afectando a las propias víctimas, a quienes sin ningún miramiento han utilizado en esta dinámica facciosa.

Apenas el sábado las declaraciones de un diputado de oposición que dice haber escuchado a 300 víctimas por lo que habría tomado la decisión de votar contra mi ratificación, es una declaración engañosa frente a la manifestación espontánea de más de 29 mil personas que apoyan mi gestión.

La segunda conferencia de prensa que ofrecí, se refiere al caso del supuesto espionaje a personas de la política, sin mencionar que Juzgados de Distrito, basados en pruebas, negaron el amparo a tres personas que se sintieron agraviadas. Esta decisión de Jueces de Amparo se basa en las pruebas que ofrecimos para desvirtuar los oficios que presentaron como inicio del espionaje, al demostrar que son apócrifos.

Ahora un medio extranjero aborda el mismo tema a meses de distancia de la negación de los amparos, con información desactualizada, al parecer para favorecer a quien fue nombrado el candidato de un partido político de la oposición para la Jefatura de Gobierno.

Como instancia pública nos hemos conducido con apego a la ley. Nunca he utilizado el poder que da ser la titular de la única instancia encargada de procurar justicia en la Ciudad, como lo han hecho en administraciones anteriores.

Ofrecer acuerdos en lo oscurito para no ejercer acción penal contra algún personaje político o liberar delincuentes utilizando el enorme privilegio de ser la titular de esta institución, sería traicionar los principios con los que me he conducido toda mi vida y, sobre todo, rebajar el uso de la ley a una mera mercancía de intercambio político.

Quienes tienen intereses facciosos y cuentas pendientes con la justicia lo han tomado como muestra de debilidad por eso creen que pueden mentir de manera impune.

Lo he dicho ya en diferentes foros: no pienso negociar la justicia ni al costo de la ratificación. Los hechos y las pruebas están a la vista.

Mi actuación siempre será conforme a la ley, nada de mentiras.

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