Uno de los retos más grandes que he enfrentado como Fiscal, es el de comunicar todas las actividades que realizamos para esclarecer un delito y llegar ante el juez con una carpeta robusta con pruebas irrefutables; estaba consciente de que necesitábamos ir más allá de la nota roja.
La Fiscalía tiene asegurado un lugar en los medios porque la nota roja sigue circulando, con un impacto mediático importante gracias al trabajo que desarrollan los compañeros de la “fuente”, todos ellos con gran experiencia y muchas historias que compartir. En un desayuno que tuvimos con motivo del fin de año, me contaban con un dejo de añoranza, que antes podían entrevistar a los probables responsables en las galeras y tomarles fotos a ellos y a las víctimas y que ahora les era difícil hacer su trabajo por tantas restricciones.
En esa reunión yo les decía que sus notas terminaban en “capturaron al violador serial”, y luego no volvían a informar de lo que sigue: cómo fue la investigación ni qué sentencia se logró, etcétera. En otro ejemplo, informan sobre las jóvenes que se encuentran no localizadas, de la desesperación de las familias; sin embargo, cuando las localizamos ya no es noticia. Ellos me señalaron que muchas veces son sus editores los que marcan la política y los criterios para la publicación de sus notas.
Coincidimos en la necesidad de buscar otros enfoques y me solicitaron capacitación para actualizarse en el proceso penal. Finalmente, les propuse realizar una exposición de sus mejores trabajos en nuestro recién inaugurado “Archivo Histórico”.
En la búsqueda de alternativas para comunicar lo que hacemos, decidí hacer un mensaje semanal atendiendo a mi compromiso con la investigación de los delitos contra las mujeres, para difundir los logros de cada semana en esta materia. Asimismo, activar una vocería para abordar casos relevantes y de interés mediático.
Para comunicar los resultados de nuestro nuevo modelo de investigación y la profesionalización alcanzada por el equipo de trabajo, recientemente compartimos reuniones de trabajo y reflexión con diferentes corporativos de medios de comunicación. los beneficios mutuos están a la vista. En este esfuerzo hemos contado con el apoyo de la mayoría de ellos, así como de reporteros y generadores de opinión; lo han hecho de manera voluntaria, sin presiones o mecanismos de coerción.
Han desaparecido las relaciones de privilegio o interés, de intercambio de favores, exclusividad, o el condicionamiento de servicios. De esta colaboración ha surgido reportajes como el del Banco de ADN y su aporte en la solución de delitos como el del violador serial del Periférico, y otros que están por salir.
Sobre la comunicación aún queda camino por recorrer; tenemos pendiente con el Poder Judicial definir criterios de lo que debemos y podemos informar, en particular ahora que han otorgado amparos que nos impiden mencionar a los probables responsables.
Seguiremos colaborando y agradeciendo la disposición de los medios de comunicación. Requerimos de la confianza de la ciudadanía por nuestros resultados difundidos con la narrativa profesional de estos.