La visita del Presidente López Obrador fue una apuesta grande, con riesgos mayores y rendimientos menores e inciertos, con costos para México. En el marco y el centro de la visita, estuvo una campaña electoral altamente competida, en que el Presidente va atrás del candidato Demócrata Joe Biden en todas las encuestas. Pesan negativamente el mal manejo de la pandemia por parte del Presidente de EU (en que por cierto los afroamericanos y los latinos son los más afectados), el desempleo mayúsculo y la recesión que viene golpean duramente la campaña de Trump, así como el movimiento antiracista de Black Lives Matter, las luchas de los inmigrantes mexicanos frente a la persecución, deportaciones, separación de familias, destacadamente el asedio a los Dreamers. Trump necesitaba un apoyo político importante que pudiera tener una cierta influencia sobre el voto latino.
A cuatro meses escasos de la elección presidencial en noviembre en EU, como era de esperarse, prevalecieron los intereses políticos del candidato sobre los del Presidente de EU. Borrados quedaron, de ambas partes, los temas espinosos de la relación bilateral: el Muro, los insultos a los mexicanos como ladrones, violadores y narcotraficantes, la persecución de indocumentados y separación de familias, el papel de México en la contención de la inmigración. Incluso hubo un giro de 180 grados por parte de Trump al reconocer, por primera ocasión, las grandes aportaciones de los mexicanos en Estados Unidos. Nunca antes un presidente de México se reunión con su contraparte en EU en vísperas electorales. Predominaron las alabanzas mutuas y el refrendo de amistad entre los dos países. López Obrador dio su apoyo a Trump en tiempos electorales y políticos difíciles, lo que no es una cuestión menor. Y puede incluso considerarse como una injerencia en las elecciones de EU.
La visita de AMLO tuvo importantes costos para México. Los dos más reñevamtes: no haberse reunido con los Demócratas, tanto con el candidato Joe Biden (era necesaria equidistancia de México entre los dos candidatos a la Presidencia) lo que se interpretó como injerencia de México en las elecciones presidenciales en EU, tampoco se reunió con Nancy Pelosi, cabeza de los Demócratas y Presidenta Cámara de Representantes, sin cuyo voto no hubiera sido aprobado el TMEC. López Obrador decidió pagar altos costos políticos. La visita de AMLO era imporante para Trump: podría incidir en el voto latino más proclive a los Demócratas. Se equivocó, reducida será la influencia del discurso de López Obrador en el voto mexicano y Latino. Error destacado ya por grupos de migrantes que se negó a recibir. La importancia del voto latino y la pérdida de adeptos mexicanos y latinos del candidato presidente estuvieron presentes. La campaña de Trump a través del sobrino del Vicepresidente Mike Spence, inició un serie de twits con palabras de López Obrador favorales a Trump. Las cosas no quedarán ahí, se afirma que ya se prepara una campaña de televisión y radio con frases pronunciadas por López Obrador que favorecen a Trump. De manera que el Presidente de México podría aparecer como un promotor del voto a favor de Trump y México como un país injerencista en las elecciones de EU.
Otro terrible error, para proteger la visita a la Casa Blanca, fue que López Obrador no recibió a ningún grupo de mexicanos, lo que desembocó en muchas y duras críticas. Señalaron que al Presidente de México sólo le interesan las remesas que mandan los mexicanos, pero no los problemas de discriminaciones, agresiones y detenciones que enfrentan los en EU. Después de la visita de AMLO, Trump regresa al Muro.
El voto de los latinos y los mexicanos en la elección Presidencial pesa, ese fue uno de los motivos de Trump para invitar a López Obrador a la Casa Blanca. La mayor parte de los 23 millones de inmigranteres que podrían votar en la elección presidencial, se ubican en cinco Estados: California, Nueva York, Florida, Texas y New Jersey. La campaña de Trump buscará atraer el voto mexicano y latino, tarea imposible si se considera lo que han sufrido durante su gobierno. Reversa de Trump durante todo su gobierno intentó echar abajo el Decreto de Obama que permite a los jóvenes que llegaron siendo niños a EU poder trabajar y estudiar sin ser deportados. Trump, derrotado en la Suprema Corte y teniendo que presentar nuevametne el Decreto, ahora afirma que dará a los 700 mil dreamers, de los que 80% son mexicanos, un camino hacia la ciudadanía, ¿concesión de Trump? ¿Apoyo de AMLO? No,resultado de una lucha sostenida de esos jóvenes que les ha ganado el apoyo mayoritario en EU: 91% de los Demócratas y 54% de los Republicanos, apoyo de más del 90% en las universidades, los hospitales… Amenazados desde 2017 con la deportación, han ganado a pulso el apoyo en EU.