En la reunión virtual de la “Cumbre de Líderes sobre el Clima” convocada por el presidente de EU, Joe Biden, participaron líderes de 40 países, entre ellos Estados Unidos, China, Unión Europea, Gran Bretaña, Japón, México, Brasil, Rusia. El espíritu de la reunión fue discutir y renovar compromisos para reducir el cambio climático en el planeta. La mayoría de los países plantearon políticas para detener y disminuir el cambio climático, compromisos serios para los próximos años. EU, que con Biden regresaba al Acuerdo Climático de París, se comprometió a una reducción de los gases de efecto invernadero de 52% en 2030, en relación con las emitidas en el año 2005. Afirmó que EU retomará el sendero verde con un ambicioso plan de infraestructura en cuyo centro se encuentran las energías renovables. La Unión Europea revisó metas y compromisos con una reducción de gases de 55%. Gran Bretaña se comprometió con una reducción de 68.9%. Destacaron compromisos también de China, el segundo productor de gases de efecto invernadero, y de Rusia, entre otros.
Y sin embargo, el tema no pareció existir para AMLO, como tampoco la definición de compromiso alguno de esta naturaleza durante su intervención, que por cierto fue breve, después de la cual simplemente continuó con la mañanera. En la reunión virtual habló desde Palacio Nacional en un espacio durante la mañanera. No escuchó a los líderes mundiales, estuvo fuera de foco.
México planteó lo incomprensible frente al cambio climático: sembrar 30 millones de árboles en el sur de México, Guatemala, Honduras y El Salvador, por cierto además en tiempos de secas. Dejó planteadas interrogantes, pero sobre todo lo que evidenció es que México no tiene ya una política para el cambio climático como la tuvo con anterioridad.
Pero lo peor es que en su discurso el presidente López Obrador estuvo fuera de tema, sin interés ni compromisos por la aceleración del cambio climático en relación con los gases de efecto invernadero que siguen aumentado en México. Estuvo aislado de la urgencia por redefinir y aumentar compromisos por parte de todos los países. Lo que estuvo en el centro del debate: el avance del cambio climático y la urgencia de revisar metas para la reducción considerable de gases de efecto invernadero, tema abordado por prácticamente todos los mandatarios de 40 países. No por AMLO, aunque usted no lo crea. Para no pocos su intervención fue desconcertante. México tuvo una presencia importante en los Acuerdos de París, desarrolló políticas ambientalistas, y de preservación de la biodiversidad. Ahora eso parece ya no existir, ¿lo borró la 4T?
López Obrador se refirió al avance de las hidroeléctricas para generación de electricidad, a pesar del daño causado cuando la sequía pega duramente en todo el país, y en no pocas comunidades, varias de ellas indígenas que se quedan sin agua. Se refirió al programa Sembrando Vida, que pretende sembrar 3 millones de árboles en el sur de México, Guatemala, Honduras y El Salvador. El discurso de México fue desconcertante para los líderes que lo escucharon. ¿Sembrar árboles en tiempos de seca? Y para completar el panorama con el que acabó de desconcertar, se refirió a que México utilizará el petróleo sólo para la producción de gasolinas… ¿Cómo, cuando el mundo avanza hacia finalizar la era de los combustibles fósiles? Ya no se refirió a lo que ya se sabe: que está contra las energías renovables que se instalan en el mundo entero y habían comenzado a llegar a México, con el actual desconcierto de empresas extranjeras por la ruptura reciente de contratos… México se aferra al pasado, al petróleo.Tampoco habló de la reducción de gases de efecto invernadero.
AMLO dejó de manifiesto su desinterés por la Cumbre y el cambio climático. Inmediatamente después de su intervención regresó a la mañanera. El Presidente se mantuvo fuera del tema, no escuchó, mientras se desarrollaba la Cumbre del Cambio Climático, parecía ausente, desinteresado, aferrado a su propio discurso fuera del gran tema que se abordaba de los compromisos que se establecían. Dejó de escuchar otras intervenciones de líderes y regresó a la mañanera.
Que yo recuerde, nunca antes un Presidente de México estuvo tan fuera de foco y ausente de la discusión en un evento internacional de importancia similar. Su discurso estuvo fuera del tema del reforzamiento de los compromisos frente al cambio climático que se acelera. Y para arruinarlo todo, repitió lo que había planteado al gobierno de Biden y éste lo había rechazado: vinculaba la siembra de 3 millones de árboles en México, Guatemala, Honduras y El Salvador, con posibles visas después de un cierto periodo de tiempo y luego posible nacionalidad estadounidense de quienes participaron en el programa. La propuesta de AMLO incluso se entrometía en asuntos que competen a EU. ¿Por qué repitió lo mismo en la Cumbre del Cambio Climático? ¿Por qué insistió? Terquedad u olvido, frente al tajante NO en la respuesta del gobierno estadounidense a lo que había propuesto AMLO antes de repetirlo en la Cumbre del Cambio Climático. Intromisión en asuntos internos de EU por parte de México. Proponer el vínculo entre la siembra de árboles y temas migratorios que competen a EU, estaba fuera de lugar.
Importante el discurso pronunciado en un perfecto inglés por la mexicana Xiye Bastida, invitada ayer a la Cumbre de Líderes sobre el Clima. Ella es participante activa de los Fridays for Future, cofundadora de la Re-Earth Initiative. Se convirtió en figura de la Cumbre. Reclamó a los 40 líderes asistentes que las comunidades más afectadas, las que han sufrido desplazamientos por sequías, inundaciones o incendios forestales, o abuso de derechos humanos, no están plenamente representados aquí hoy.
“Es hora de reconocer que la era de los combustibles fósiles terminó, de dejar de realizar Cumbres porque ya sabemos lo que necesitamos, lo que falta es implementarlo. Igualmente es hora de que nos dejen de dar las gracias por ser activistas. Cualquier solución a la crisis climática tiene que implementarse con las voces de las comunidades”.
Concluyó: “Me siento orgullosa de haber representado a México y a la juventud, especialmente cuando el discurso de AMLO se quedó corto en ambiciones”.
