Las elecciones presidenciales en Estados Unidos que concluirán el 3 de noviembre, se encuentran atrapadas en tres graves crisis simultáneas, anómalas y complejas que afectan a todo el país: la pandemia del coronavirus, la crisis económica que llevará a la mayor recesión desde 1932 y la violencia racista: las protestas de “Black Lives Matter” con la violencia desatada por la represión, a lo que el gobierno llama “law and order”, que ha creado una situación anómala lo mismo en grandes ciudades y en pequeños suburbios y frente a lo que el ejecutivo tiene responsabilidad. En ese marco se desarrolla la cuenta regresiva de la elección presidencial que concluirá el primer martes de noviembre con una elección cuyos resultados impactan al mundo entero, y diría que en particular a México en la relación bilateral y la vecindad geográfica inamovible. Por cierto que el presidente-candidato ha tenido expresiones negativas sobre México, durante su campaña, reavivando su discurso sobre el Muro y la inmigración, a las que el presidente López Obrador decidió no responder, aunque sí afectan a los mexicanos en EU que son alrededor de 37 millones. Eso sí, hay que reconocer que habla positivamente de los mexicanos en EU cuando se refiere a las remesas enviadas. 

Frente a la pandemia del coronavirus que dejó ya 200 mil muertos, el presidente Trump cometió un grave error cuando supo del nuevo virus y su alto nivel de contagio y ocultar lo que acontecía durante varias semanas, lo que aceleró contagios y muertes e hizo realidad aquello de America First, al convertirse Estados Unidos en el país número uno en el mundo por los contagios y el número de muertos que rebasan ya los 200 mil. Se espera en los próximos días el libro de Bob Woodward en el que el presidente y hoy candidato reconoce que ocultó la diseminación y peligrosidad del coronavirus para evitar el pánico, lo que fortaleció el desarrollo de la epidemia en EU. ¿Cuántas muertes podrían haberse evitado? Ahora, el presidente insiste que la vacuna contra el coronavirus estará lista antes del 3 de noviembre, ¿fortalecería su candidatura a la reelección por otros cuatro años?

La economía de EU ha sido golpeada fuertemente sobre todo por el número de empleos perdidos y empresas quebradas, por sus consecuencias en el sistema educativo a todos los niveles, el cierre de escuelas y universidades, las clases a distancia, la disrupción de todas las actividades. Y de manera destacada por el desempleo, que alcanza números nunca vistos en 100 años. La recuperación no será fácil ni inmediata, como no lo está siendo en el mundo entero.

Inició la cuenta regresiva para las elecciones presidenciales en Estados Unidos, quedan 52 días antes del 3 de noviembre, día en que concluye el proceso electoral, aunque inició ya la votación a través del correo que en este caso se perfila como la forma en que votará la mayoría del electorado para evitar aglomeraciones y contagios del coronavirus. Si bien el voto por correo es una opción de votar en Estados Unidos, en esta elección presidencial será más numerosa que nunca. Hoy aceptada a regañadientes por el presidente candidato, que ha dicho incluso que podría ser un factor para el fraude electoral. Trump se opuso públicamente pero finalmente tuvo que aceptar, ya que el voto electoral está contemplado en la Constitución y se ejerce. 130 millones podrán votar. Hay otro factor de incertidumbre en las elecciones por la afirmación nunca corregida por el presidente-candidato, cuando se le preguntó que si reconocería su derrota y respondió algo así como que habrá qué ver. E insistió en que los resultados de la elección deberán tenerse la misma noche del 3 de noviembre, aún con el voto por correo. Dejó planteada una incertidumbre. La política de Trump continúa aumentando los miedos mientras alienta el racismo y a los blancos supremacistas. Hay un clima de confrontaciones importantes en el que el voto de los afroamericanos y los latinos tendrá un peso importante en la elección del 3 de noviembre.

El candidato a la reelección presidencial en Estados Unidos normalmente tiene una situación que lo coloca en una mejor posición para ganar, tiene el poder y los mayores recursos, pero no todos han ganado. Aquí habría que tener en cuenta varios factores más: el candidato presidencial Joe Biden, del Partido Demócrata, ha ido adelante en las preferencias electorales. Si bien el margen de triunfo de Biden se ha reducido en las últimas semanas, Kamala Harris que va como candidata a la Vicepresidencia, de origen afroasiático, es una muy buena candidata. El Partido Republicano, siguiendo al presidente hoy candidato, ha ido perdiendo personalidad propia, no pocas veces en contra de lo que siempre defendió, lo que le costó ya derrotas en las elecciones intermedias.

Importante tener en cuenta que el presidente-candidato Trump ha tenido un apoyo de 45% de los votantes durante seis meses; ningún presidente-candidato en medio siglo ha ganado la reeleción desde tan atrás. Así se veían las cosas el 21 de julio por Masha Gessen de The New Yorker.

Este año se espera que los latinos, por primera vez en la historia, sean la minoría racial o minoría étnica más grande en una elección presidencial con un récord de posibles votantes de 32 millones, lo que representa el 13.3% de la votación. Sin embargo, el número de posibles votantes hispanos, de acuerdo con Pew Research, está por debajo de los 60 millones de latinos que viven en el país, lo que significa que sólo alrededor de la mitad de ellos votarán. Varios distritos congresionales de Texas tienen poblaciones latinas de las mas grandes en el país. Ese voto es por lo general demócrata. El voto de los afroamericanos y otras minorías como los asiáticos también votarán muy mayoritariamente por la fórmula Biden.

Y es posible que los demócratas ganen la mayoría en el Senado, con lo que tendrían ambas cámaras. Indudablemente será una elección muy reñida. Diversos analistas consideran que el voto será mayoritariamente antirracista. En fin, la cuenta regresiva continúa y habrá que seguir las campañas y ver los tres debates: dos entre Biden y Trump, y uno más entre los dos candidatos a la vicepresidencia: Kamala Harris y Mike Pence.

Periodista, analista internacional

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