Las elecciones de mañana 6 de junio definirán el rumbo de la Democracia en México, así con mayúscula. De ese tamaño es el desafío que habremos de enfrentar 93 millones de electores. Serán electos 500 integrantes de la Cámara de Diputados, 15 gobernadores estatales, se elegirán también 30 Congresos locales, y más de 2 mil presidentes municipales. Ciertamente son las más grandes elecciones en México, que se desarrollan en un entorno complejo y regresivo en que se debilita el equilibrio político democrático. Los resultados electorales definirán el rumbo del país: si México continuará avanzando con el gobierno unipersonal de López Obrador, que define como enemigos a todos los que no están con él, que cierra el diálogo y no reconoce el pluralismo, esencial para la civilidad democrática, que desprecia la libertad de expresión. O si saldrá fortalecida la democracia recuperando instituciones esenciales y mediante el diálogo político plural necesario para fortalecer. Sería deseable que en las urnas se manfieste esa pluralidad y sea reconocida en toda su diversidad.
El gran desafío o la gran interrogante es si estas elecciones, a mitad del gobierno de López Obrador, fortalecerán el rumbo de la democracia o bien continuará un gobierno unipersonal sin equilibrios, sin diálogo, sin crítica, sin reconocimiento de que somos un país diverso y plural. ¿Será posible el retorno del presidencialismo autoritario en México? En 1997 México dio un paso importante en la consolidación de la democracia plural, con el reconocimiento y la participación de todas las fuerzas políticas. Pero ¿qué sucede hoy, acaso México continuará avanzando hacia el retorno del presidencialismo autoritario con un gobierno manejado por un solo hombre desde la Presidencia, sin contrapesos, sustituyendo el diálogo plural con decisiones unipersonales, violatorias incluso de la Constitución, destruyendo instituciones, negando el diálogo plural, negando la ciencia, atropellando libertades y cancelando avances democráticos independientes, dividiendo desde el púlpito presidencial la política entre seguidores y enemigos? México es un país con un pluralismo democrático fortalecido, atacado con políticas que llevan a la polarización y la antidemocracia.
En juego está la concentración del poder de la Presidencia y la elección de la Cámara de Diputados, que puede dar al Presidente nuevamente una mayoría absoluta, y consecuentemente todo el poder. Anulando el diálogo y la discusión necesaria para lograr acuerdos, debilitando la democracia y el pluralismo, la discusión amplia de las ideas y las políticas, con participación de todas las fuerzas políticas. El equilibrio de fuerzas políticas es saludable para la democracia, en la que caben todos, la diversidad y las coincidencias, las opiniones y puntos de vista coincidentes y divergentes. Una Cámara de Diputados plural y equilibrada sería lo más saludable para la democracia. Toda elección plantea una interrogante: ¿cambio de rumbo?
Las democracias tienen reglas, contrapesos, leyes, libertad para las ideas, expresiones diversas. No hay nada más negativo que aquello de considerar que si no estás de acuerdo, entonces estás en contra y eres un enemigo. Hay razón y razones, deliberación y posibilidad de cambiar la ruta. Importante en estos tiempos mirar hacia adelante, no hacia atrás, reconocer fenómenos que cambian la vida como el cambio climático, o la migración en su sentido más amplio de cambio de rumbos y enriquecimiento de las diversidades.
La imagen de México se deteriora en el extranjero: La prensa internacional ha dado cuenta de las crisis que vive México, para mencionar sólo dos: la revista The Economist publica en su portada una foto con el título de “El falso Mesías de México”, afirmando que en un mundo plagado de populistas autoritarios, el presidente de México ha de alguna manera escapado a los reflectores; menciona a varios líderes autoritarios y afirma que entre ellos pocos se ha notado Andrés Manuel López Obrador. Le Monde, muy importante diario en Francia, toma nota de los ataques de AMLO al INE e INAI y se refiere a la injerencia del Presidente en las próximas elecciones, bajo el título de “En México la hiper-presidencia de AMLO electriza la campaña electoral" y destaca los ataques al INE, afirmando que “jamás un presidente mexicano había desacreditado tanto a la autoridad electoral“. Responde el Presidente: “quieren evitar que mantengamos la mayoría en el Congreso”.
Asia Times destaca “Derby de demolición en México. AMLO Rompe todas las leyes, ataca al INE y se ha declarado el único árbitro del proceso democrático mexicano. Considera que “la situación política de México se deteriora rápidamente”. No podían faltar las críticas en el Washington Post, el Wall Street Journal y otros más. La imagen internacional de México se está derrumbando en el exterior. Le Monde destaca también los asesinatos políticos cerca de las elecciones, la violencia de los cárteles y los asesinatos de candidatos.
A los cárteles no les gusta la alternancia política. La violencia electoral está desatada en México.
No hay que olvidar que las mujeres son el 52% de la población, el voto femenino pesa e importa no sólo porque hay más candidatas mujeres que nunca, sino fundamentalmente porque las mujeres son votantes activas y pesarán en las urnas. Sufren la creciente violencia con el aumento brutal de los feminicidios, las violaciones, las muertes, los secuestros, los asesinatos, la enorme cantidad de mujeres desaparecidas, el rechazo al diálogo del gobierno con los colectivos de mujeres. Dicho en pocas palabras, no hay política de seguridad para las mujeres, por parte del Presidente. Los agravios son enormes con el cierre de guarderías y lo que eso significa para las madres trabajadoras y para los niños; con la reducción brutal de presupuestos y cierre de refugios para las madres y sus hijos al borde de la violencia feminicida; con el aumento de la violencia familiar. El diálogo de AMLO con las feministas no existe. Lo que sí existe es el dolor de la violencia y los agravios contra las mujeres que son mayores que nunca. El Presidente no dialoga con las feministas, con las madres de mujeres asesinadas, no le gustan las protestas, no habla con quienes buscan a sus hijas desaparecidas y son abandonadas por autoridades judiciales. Oídos sordos, mientras el país vive la mayor crisis de inseguridad para las mujeres. AMLO no ha recibido a uno solo de los colectivos y por el contrario amenaza a líderes feministas. No se construyen políticas, ni se atiende a las víctimas con prontitud y oportunidad. Son demasiado grandes el dolor y los agravios. A no dudarlo, las mujeres votarán e incidirán en las elecciones.
Frente a los brotes de autoritarismo, fortalecer la Democracia es tarea fundamental: México es un país diverso y plural, que tiene una Constitución y leyes que hay que respetar.
Periodista, analista internacional.