OEA Y ONU se manifestaron frente a la crisis fronteriza. En la semana que concluye, el Consejo Permanente de la OEA y el Comité contra la Discriminación de la ONU se pronunciaron en relación con lo que ocurre con los flujos migratorios en la frontera de México con Estados Unidos y en la frontera con Guatemala donde la Guardia Nacional ha estado actuando. En ocasiones, de manera brutal sobre todo en la frontera con Guatemala para contener la migración. Mientras el hacinamiento de migrantes prevalece en ambas fronteras, también las enfermedades, la insalubridad y en ocasiones la muerte.

El miércoles pasado, 28 de agosto, el Consejo Permanente de la OEA condenó por aclamación (que puede ser interpretada como unanimidad) el ataque terrorista del pasado 8 de agosto en un centro comercial de El Paso, en donde fueron asesinadas 22 personas, entre ellos 8 mexicanos. La resolución adoptada fue propuesta por México. El acuerdo establece “el firme compromiso de los estados miembros para adoptar todas las medidas necesarias a fin de combatir todas las formas de discriminación, intolerancia y xenofobia”. Así la OEA se pronunció de manera contundente frente a la violencia armada en contra de los inmigrantes y contra sus orígenes.

En Ginebra, dos días después, el 30 de agosto, el Comité contra la Discriminación (CDR) de la ONU instó a México para que evalúe los efectos que tiene el despliegue de la Guardia Nacional para el control migratorio, con el fin de considerar el posible retiro de la GN de dichas operaciones. Al analizar el papel que juega la Guardia, cuyo objetivo es disminuir los cruces fronterizos, afirmó que se podría implementar para su difusión una Guía para la Acción Pública con el fin de prevenir prácticas y perfilamiento racial en la disuasión de migrantes para cruzar a EU. En México se critica la actividad de la Guardia Nacional como auxiliar de la Patrulla Fronteriza de EU.

Asimismo la CDR solicitó se desarrollen investigaciones exhaustivas de todos los actos de discriminación, uso excesivo de la fuerza y abusos de autoridad cometidos contra migrantes, asegurando que las víctimas tengan acceso a recursos judiciales efectivos y que los responsables sean llevados a juicio y procesados. Puede entenderse, en la situación actual, que esto se refiere a las actividades de la Guardia Nacional para contener la migración, lo mismo en la frontera de México con Estados Unidos que de la frontera con Guatemala. De manera directa la ONU se pronuncia porque México revise la situación y retire a la Guardia Nacional del control migratorio.

La violencia contra migrantes en la frontera de México con Guatemala, ha sido evidenciada en múltiples reportajes sobre el uso de la fuerza en no pocas ocasiones, el maltrato y el hacinamiento en los centros de detención insalubres y sobrepoblados. Los costos de la acción para reducir la migración que lleva adelante México, son muy elevados. Destacan los problemas que genera en la frontera norte el programa “Quédate en México”, instrumentado por EU con permanentes violaciones a los derechos humanos. Un estudio de la Universidad de California en San Diego revela que actualmente hay alrededor de 26 mil solicitantes de asilo esperando en 12 ciudades fronterizas mexicanas; alrededor de tres cuartas partes se concentra en Tijuana, Ciudad Juárez y Reynosa.

Un grupo de senadores demócratas advirtieron esta semana que la política “Quédate en México” para contener la migración por parte de EU está causando desestabilización en la frontera del lado mexicano, donde las ciudades hermanas fronterizas están siendo afectadas. La inmensa mayoría de las solicitudes de asilo de quienes son retornados a México, se empantanan o fracasan por falta de representación legal y experimentada para poder sacar adelante las solicitudes de la inmensa mayoría de quienes buscan asilo. Según diversos estudios, no más del 1.2 o 1.3 por ciento de los solicitantes contaron con representación legal. Con otros problemas adicionales, quienes presentan solicitud de asilo y son regresados a México, carecen de una dirección para ser notificados, llenándose los formatos con la frase “domicilio conocido”, lo que automáticamente evita que sean notificados de las audiencias a las que tienen que presentarse.

De manera que la crisis fronteriza no encontrará solución, prevalecerá enorme inestabilidad, descontento e inseguridad para los inmigrantes y sus familias, en sus países de origen, con las que fácilmente también pierden contacto. Hay incertidumbre en las ciudades fronterizas hermanas cuyos vínculos se debilitan mientras avanza la inestabilidad. Que no beneficia ni a los que están al norte o al sur de la frontera. Comenzamos a preguntarnos si en la frontera norte hay en proceso la destrucción de la buena vecindad.

El caos permanecerá hasta las elecciones en noviembre de 2020, lo que favorece el discurso racista, la percepción de invasión, el aumento del racismo y la xenofobia. ¿A quién beneficia? Saque sus conclusiones.


Periodista, analista internacional

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