Hemos concluido el primer semestre de 2022, donde el subejercicio del gasto en el sector público de salud ha sido evidenciado por las mismas cifras de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) presentadas en el documento Información de Finanzas Públicas y Deuda Pública: enero-mayo 2022, en el que el ramo administrativo “salud” expone un subejercicio de 14.7%, que representa un importe superior a 4 mil millones de pesos (mmdp), al comparar el acumulado de enero-mayo de 2022 respecto al mismo periodo de 2021.2 Tal condición contrasta con el presupuesto del gasto en la función salud que tuvo un crecimiento superior a 19% para el año en curso, que significa, como nunca antes visto, disponer de más de 800 mmdp que a esta altura se denota complicado su adecuado ejercicio ante la constante improvisación de sus funcionarios.
En el caso del gasto público en medicamentos, como se ha señalado en esta columna, ha enfrentado en los últimos años pésimos ejercicios presupuestales que resulta en un continuo desabasto y que está, sobre todo, afectando severamente a la población, hecho que ha puesto de manifiesto a través de innumerables testimonios. Tal condición se ha registrado en las 32 entidades del país, por lo que es oportuno proponer algunos indicadores que den cuenta de ello y denoten posibles diferencias en la evolución estatal.
Entonces, ¿cómo ha sido el comportamiento de la compra pública de estos bienes entre los estados en los últimos años? Para responder a ello, el equipo de Instituto Farmacéutico (INEFAM)3 ha desarrollado una herramienta visual que ha titulado el “mapa del desabasto”, que muestra la evolución de 2019 a 2022 de las piezas e importes a partir del promedio de compras ocurridas entre los años 2015 y 20184. Dicho promedio se iguala a “100” y se convierte en un indicador para comprender, de manera sencilla, la evolución para los años recientes respecto a la eficiencia en la adquisición de estos bienes en cada estado, de tal manera que, al ocurrir valores por debajo de 100, se interpretan como posible desabasto. Si se encuentra por arriba de 100, se puede asumir como un posible abasto creciente, ante la realidad: que la población derechohabiente aumenta, así como su demanda por los servicios de salud, máxime ante la pandemia por la COVID-19 que contrasta, lastimosamente, con la suspensión de servicios de salud entre 2020 y parte de 2021.
Evolución por entidad federativa
Las tablas 1 y 2 muestran el comparativo (promedios anuales) de los índices de abasto de piezas y su ejercicio de los importes para los periodos 2016-2018 y 2019-2022.
El periodo 2019-2022 (MAT abril) muestra un índice de abasto por piezas de solo 72.4, que contrasta con el periodo previo ubicado en 104.1. Ello, sugiere un rezago de más de 30% en el abasto de medicamentos que corresponde al actual gobierno federal, que afecta a 29 estados cuyos índices se encuentran por debajo de 90. Tlaxcala tiene el mayor rezago con un índice de 42.2 en el último periodo. Hidalgo, Campeche y Tabasco también muestran importantes rezagos con menos con índices inferiores a 60, por lo que han enfrentado severos problemas de abasto. Colima, Guerrero y Nayarit se muestran con mejores índices, con más de 90, lo que sugiere que no hayan enfrentado problemas de abasto en menor escala.
En cuanto a importes, el incremento fue de poco más de 3% entre los dos periodos (104.3 y 107.8). Sin embargo, hay notables diferencias entre los estados: Nayarit tiene el mayor sobre ejercicio en el segundo periodo al promediar 164.5 en los últimos años respecto al periodo 2016-2018 (102.4). De manera similar se observa Colima con 135.9, seguido por Coahuila, Sonora y Sinaloa con valores entre 135 y 138. En contraste, Chihuahua; Estado de México y San Luis Potosí tienen ejercicios inferiores a 90. Hidalgo y Tlaxcala se suman al subejercicio, lo que confirma su rezago en la adquisición de piezas, como se ha señalado.
Fuente: Elaboración propia con datos de INEFAM-SP
Notas:
Para la elaboración del índice se tiene que el promedio de piezas y/o valores de 2015-2018 es igual a 100 y los índices aquí mostrados reflejan la proporción, es decir, todo índice menor a 100 se trata de un posible desabasto; todo número mayor a 100 refleja una mayor eficiencia en la compra pública y por lo tanto un mejor abasto para los pacientes.
Para una mayor comprensión del fenómeno descrito, la gráfica 1 muestra la evolución mensual de los índices de piezas e importes, 2016-2022. A partir del segundo semestre de 2019 es evidente la caída en el abasto en piezas y que coincide con la salida de los distribuidores en la compra pública, a la que se suma una serie de acontecimientos que explican la evolución entre las entidades federativas para los años subsecuentes.
Gráfica 1. Evolución mensual de los índices de abasto de medicamentos, piezas e importes, 2016-2022
Fuente: Elaboración propia con datos de INEFAM-SP
Notas:
Para la elaboración del índice se tiene que el promedio de piezas y/o valores de 2015-2018 es igual a 100 y los índices aquí mostrados reflejan la proporción, es decir, todo índice menor a 100 se trata de un posible desabasto; todo número mayor a 100 refleja una mayor eficiencia en la compra pública y por lo tanto un mejor abasto para los pacientes.
En los siguientes párrafos se hará referencia solo al índice de abasto de medicamentos por piezas para las entidades federativas, bajo la consideración que en la mayoría de las mismas han incurrido en sobrecostos como se ha expuesto en líneas anteriores.
Evolución del “mapa del desabasto”
El mapa de 2019 (mapa 1) muestra una media estatal de 93 del índice de abasto por piezas al cierre del año, lo que significa que en general, el abasto de medicamentos de los diversos grupos terapéuticos podría mostrar algún grado de faltantes. Se trata de un año “pre-covid” y el primero del actual gobierno, donde se registró la primera compra consolidada para el segundo semestre de aquel año con magros resultados. Oaxaca y Tlaxcala muestran los índices más bajos (60 o menos), que contrasta con otros estados donde superan el valor base (100), como son la mayoría de los del norte, como: Coahuila (117) , Durango (115), Nuevo León (106), y San Luis Potosí (101), en tanto que Puebla encabeza el listado con 139, por lo que tuvieron alta posibilidad de garantizar un abasto más eficiente a sus derechohabientes, tanto federados como estatales.
Mapa 1. Índice de abasto de medicamentos por piezas, 2019, por entidad federativa
Fuente: Elaboración propia con datos de INEFAM-SP
Notas:
Para la elaboración del índice se tiene que el promedio de piezas y/o valores de 2015-2018 es igual a 100 y los índices aquí mostrados reflejan la proporción, es decir, todo índice menor a 100 se trata de un posible desabasto; todo número mayor a 100 refleja una mayor eficiencia en la compra pública y por lo tanto un mejor abasto para los pacientes.
Cuanto más oscuro es el color, mayor posibilidad de desabasto.
En 2020, año en el que inició actividades el Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI), que sustituyó al “Seguro Popular” para acabar de manera “emblemática” con un modelo de sistema de salud considerado por el actual gobierno como “fallido”. Entre otras tareas, realizó compras consolidadas con el apoyo de la Oficialía Mayor de la SHCP, así como la firma del acuerdo con la Oficina de Naciones Unidas para Servicios de Proyectos (UNOPS) para la compra consolidada de medicamentos y material de curación para el año 2021 a fines de julio. También destaca dicho año por el impacto de la COVID-19 que redujo los servicios de salud entre las instituciones públicas.
El mapa en dicho año (gráfica 3) expone un índice promedio estatal de solo 67, es decir, una reducción del 33% respecto al indicador histórico propuesto. La mayoría de los estados toman tonalidades más oscuras, 15 estados se encuentran en 70 o menos, donde Hidalgo y Ciudad de México registran los peores índices por debajo de 50. Guanajuato cierra con 99 y Nayarit con 116, lo que asegura un abasto eficiente en estos últimos en un año tan complicado. La atención preferencial a los pacientes por la COVID-19 y los servicios limitados de salud tienen un relevante impacto negativo hacia el resto de los pacientes que demandan atención a enfermedades distintas a la causada por el SARS-COV2, situación que se combina con la falta de pericia en el manejo de la compra pública y por la misma gestión del sistema de salud.
Mapa 2. Índice de abasto de medicamentos por piezas, 2020, por entidad federativa
Fuente: Elaboración propia con datos de INEFAM-SP
Notas:
Para la elaboración del índice se tiene que el promedio de piezas y/o valores de 2015-2018 es igual a 100 y los índices aquí mostrados reflejan la proporción, es decir, todo índice menor a 100 se trata de un posible desabasto; todo número mayor a 100 refleja una mayor eficiencia en la compra pública y por lo tanto un mejor abasto para los pacientes.
Cuanto más oscuro es el color, mayor posibilidad de desabasto.
El 2021 (mapa 3) se caracteriza como el año de mayor desabasto al promediar 59 al cierre del mismo en el índice estatal. La combinación de los efectos de la pandemia y de una compra pública incompleta y rezagada en manos de UNOPS/INSABI tuvo un efecto generalizado poco afortunado, con registro de desabasto que se ha prolongado desde 2020. Doce estados muestran índices por debajo de 60 y nueve de ellos por debajo de 50. Tlaxcala, Hidalgo y Oaxaca están por debajo de 40. Llama la atención que Guerrero se ubica en 96, lo que solo significa es que también se mantiene por debajo de su propio comportamiento histórico de 2015-2018.
Mapa 3. Índice de abasto de medicamentos por piezas, 2021, por entidad federativa
Fuente: Elaboración propia con datos de INEFAM-SP
Notas:
Para la elaboración del índice se tiene que el promedio de piezas y/o valores de 2015-2018 es igual a 100 y los índices aquí mostrados reflejan la proporción, es decir, todo índice menor a 100 se trata de un posible desabasto; todo número mayor a 100 refleja una mayor eficiencia en la compra pública y por lo tanto un mejor abasto para los pacientes.
Cuanto más oscuro es el color, mayor posibilidad de desabasto.
¿Qué ha sucedido en 2022? El índice estatal se ubica en 66, es una ligera mejora en el acumulado anual al mes de abril (mapa 4). Muestra importantes contrastes, donde cinco entidades aun se localizan en 50 o menos, y otros 22 entre 50 y 80. Solo el estado de Guerrero supera el valor histórico y debería estar en condiciones de garantizar un mejor abasto. El territorio nacional es basto y cada entidad federativa representa retos diferentes ante condiciones orográficas y climáticas muy variantes a lo largo del año y demanda de estos bienes de manera diferenciada. La compra pública de medicamentos para el resto del año será entremezclada con compras consolidadas e individuales, donde las adjudicaciones directas seguirán jugando un papel relevante, y durante la que la expectativa de la logística y distribución aun tendrán diversos ajustes y por lo tanto, la probabilidad de fallas en las entregas en última milla aun es alta y se observarán índices de abasto bajos en los próximos meses.
Mapa 4. Índice de abasto de medicamentos por piezas, 2022, por entidad federativa
Fuente: Elaboración propia con datos de INEFAM-SP
Notas:
Para la elaboración del índice se tiene que el promedio de piezas y/o valores de 2015-2018 es igual a 100 y los índices aquí mostrados reflejan la proporción, es decir, todo índice menor a 100 se trata de un posible desabasto; todo número mayor a 100 refleja una mayor eficiencia en la compra pública y por lo tanto un mejor abasto para los pacientes.
Cuanto más oscuro es el color, mayor posibilidad de desabasto.
Evolución entre principales instituciones de salud
La gráfica 2 compara los indicadores promedio de piezas de las principales instituciones de salud en México para los periodos 2016-2018 y 2019-2022 (abr). El IMSS y el ISSSTE, que representan más del 70% de las piezas adquiridas históricamente, registra valores de 80 o menos para el segundo periodo, muy alejados del promedio del periodo previo. Tal condición se observa en PEMEX y SEDENA, así como entre los estados aglutinados en INSABI (antes Seguro Popular). Solo la Comisión Coordinadora de Institutos Nacionales de Salud y Hospitales de Alta Especialidad (CCINSHAE) lograron superar con creces el promedio histórico de 100. La atención a pacientes por la COVID-19 presionó a este grupo de instituciones para ocupar las existencias de medicamentos disponibles y recurrir a compras emergentes, condición muy similar ocurrida en el resto del sistema de salud.
Gráfica 2. Índice de abasto de medicamentos por piezas, entre principales instituciones de salud. Comparativo 2016-2018 y 2019-2022(abr)
Fuente: Elaboración propia con datos de INEFAM-SP
Notas:
Para la elaboración del índice se tiene que el promedio de piezas y/o valores de 2015-2018 es igual a 100 y los índices aquí mostrados reflejan la proporción, es decir, todo índice menor a 100 se trata de un posible desabasto; todo número mayor a 100 refleja una mayor eficiencia en la compra pública y por lo tanto un mejor abasto para los pacientes.
En el ejercicio presupuestal entre estas instituciones (gráfica 3), prácticamente se mantuvo en general en el mismo nivel entre los periodos de comparación. Los mayores sobre-ejercicios en 2019-2022 ocurren en IMSS, PEMEX, a pesar de adquirir menos piezas de medicamentos. La CCINSHAE ejerció recursos también en la medida que demandó mayores volúmenes de piezas. ISSSTE, SEDENA y SEMAR tuvieron menores ejercicios en el segundo periodo en comparación al primero. INSABI prácticamente se mantuvo similar a como lo estaba realizando el Seguro Popular en el primero periodo (2016-2018).
Gráfica 3. Índice de abasto de medicamentos por importes, entre principales instituciones de salud. Comparativo 2016-2018 y 2019-2022(abr)
Fuente: Elaboración propia con datos de INEFAM-SP
Notas:
Para la elaboración del índice se tiene que el promedio de piezas y/o valores de 2015-2018 es igual a 100 y los índices aquí mostrados reflejan la proporción, es decir, todo índice menor a 100 se trata de un posible desabasto; todo número mayor a 100 refleja una mayor eficiencia en la compra pública y por lo tanto un mejor abasto para los pacientes.
Evolución por grupos terapéuticos
Con el fin de ofrecer la mejor descripción posible sobre el fenómeno del desabasto, las gráficas 4 y 5 compara los periodos señalados para los grupos terapéuticos en lo que corresponde al índice por piezas. Se confirma la reducción sustancial en la mayoría de los grupos al promediar poco menos de 80 para 2019-2022. El grupo de vacunas y de planificación familiar mostraron el peor desempeño. El grupo de oncología prácticamente logró mantenerse cerca del nivel observado en el periodo previo (2016-2018), particularmente por las compras unilaterales que realizó el gobierno federal y con asignaciones directas en la distribución para hacer frente al rezago en la atención a los pacientes a mayores precios. A pesar de ello, la demanda de estos medicamentos es mayor y sigue generando profunda preocupación entre las familias afectadas y que continúan en el esfuerzo de conseguir recursos para atender las quimioterapias requeridas. El caso de anestesia es similar al de oncología, aunque en mayor grado. El gobierno federal realizó compras emergentes de una importante cantidad de sedantes desde el extranjero a precios más altos a principios de 2021 y que debieron ocuparse para atender a pacientes intubados por la COVID-19, lo cual ocurrió de manera tardía y poco planeada. Es por ello, que este grupo registra en el índice de abasto por piezas 180 y en importes 250.
Gráfica 4. Índice de abasto de medicamentos por piezas, por grupo terapéutico. Comparativo 2016-2018 y 2019-2022(abr)
Fuente: Elaboración propia con datos de INEFAM-SP
Notas:
Para la elaboración del índice se tiene que el promedio de piezas y/o valores de 2015-2018 es igual a 100 y los índices aquí mostrados reflejan la proporción, es decir, todo índice menor a 100 se trata de un posible desabasto; todo número mayor a 100 refleja una mayor eficiencia en la compra pública y por lo tanto un mejor abasto para los pacientes.
Gráfica 5. Índice de abasto de medicamentos por importes, por grupo terapéutico. Comparativo 2016-2018 y 2019-2022(abr)
Fuente: Elaboración propia con datos de INEFAM-SP
Notas:
Para la elaboración del índice se tiene que el promedio de piezas y/o valores de 2015-2018 es igual a 100 y los índices aquí mostrados reflejan la proporción, es decir, todo índice menor a 100 se trata de un posible desabasto; todo número mayor a 100 refleja una mayor eficiencia en la compra pública y por lo tanto un mejor abasto para los pacientes.
Hay aspectos que están fuera de este estudio, como es el fenómeno de sobre-inventarios y las posibles caducidades que pueden ocurrir ante los problemas de los servicios de salud observados por la sociedad. Invito al lector a entrar a la siguiente liga: https://inefam.com/Mapa-del-desabasto/ y visualice las gráficas aquí propuestas de manera dinámica en función de su evolución mensual.
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