El 27 de mayo pasado, la Oficina de Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS), presentó, a través de una sesión informativa vía YouTube, resultados parciales de las asignaciones a proveedores sobre los medicamentos y material de curación que le fueron encargados para cubrir, con una mínima parte, el segundo semestre de 2022 y parte de 2023.
En dicha sesión estuvieron presentes Guiseppe Mancinelli, director regional adjunto para América Latina y el Caribe de UNOPS, así como representante de este organismo en México; Juan Ferrer y Alejandro Calderón; autoridades del Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI), quienes abundaron en mutuas felicitaciones y vanaglorias que, por supuesto, son ajenas a la realidad del sistema de salud y de la compra pública de estos bienes, como hemos destacado en este espacio.
De acuerdo, con dichos funcionarios se asignaron poco más de 160 millones de piezas, para el caso de medicamentos, por un importe que no supera los cinco mil millones de pesos (mmdp). Dichas piezas apenas representan cerca de mes y medio del consumo requeridos entre las instituciones públicas del país. El importe, representa menos de una doceava parte de lo que habitualmente gasta el sector salud anualmente.
Se trata entonces de una minicompra, que inclusive, en comparación con los contratos de UNOPS de 2021, las piezas para la segunda mitad del año en curso solo representan menos de la cuarta parte de las piezas y solo la octava de los importes.
En dicha sesión se liberó información parcial de contratos de las claves de medicamentos, debido a pendientes de documentación y firmas entre las partes, que, al corte del 2 de junio pasado, según la página United Nations Global Market (UNGM), se detalló información para 255 de un total de 360 claves de medicamentos (70.38%), que suman 117.9 millones de piezas y 2.93 mil millones de pesos (mmdp).
Dichas claves serán provistas por 60 laboratorios, todos establecidos en nuestro país o con representación local. Están pendientes 69 claves por asignar proveedor, en tanto que 36 claves posiblemente no tengan asignación alguna, según lo señalado por el funcionario de UNOPS. y será responsabilidad de INSABI realizar la compra correspondiente. (Tabla 1).
Tabla 1. Resultados de adjudicaciones de claves de medicamentos para segundo semestre de 2022, UNOPS.
Por otra parte, se han adjudicado 209 de 323 claves de dispositivos médicos y de material de curación, que suman apenas 36 millones de piezas e importe de 864.4 mdp entre 38 proveedores presentes en el territorio nacional. (Tabla 2).
Tabla 2. Resultados de adjudicaciones de claves de material de curación y dispositivos médicos para segundo semestre de 2022, UNOPS.
Se trata en realidad de una compra muy pequeña, pues representan, tanto en piezas e importes menos del 10% de las necesidades de todo el sistema de salud.
Ahora bien, los funcionarios ahí presentes señalaron que, con la compra del año pasado, mezclando medicamentos y material de curación en las compras consolidadas de UNOPS y de INSABI (llamado plan “B” que resultó en un número importante de adjudicaciones directas consolidadas para cubrir la segunda mitad del 2021), hubo un “ahorro” cercano a los 19 mmdp. Se trata de un ahorro “en el papel”, ya que esas cifras alegres normalmente se ocurren al presentar el fallo (incluso en el sexenio anterior), cuando aún no se ejercen los contratos que deriven del mismo.
La rendición de cuentas al cierre de cada ejercicio de compras consolidadas es por completo omitida por los funcionarios, debido que los resultados pueden ser muy distintos que al inicio.
La compra realizada a través de UNOPS no es ajena a tal situación. Con fundamento en información pública de las auditorías del mercado de medicamentos, INEFAM©, fue posible conocer la compra de 520 claves de medicamentos genéricos que este organismo internacional asignó a través de los tres ITB (“Invitation to Bid”), que suman más de 631 millones de piezas a ser distribuidas entre las instituciones de salud participantes, con un monto superior a los 18.5 mmdp.
Al cierre de 2021, solo se entregaron a las instituciones en “última milla” menos de 198.7 millones de piezas, es decir, poco menos de una tercera parte de lo contratado y un importe de 35.8% del total respectivo (véase tabla 3). Esto significa, un importante atraso en su ejercicio debido a la mala gestión en la distribución de estos productos por parte del INSABI, que junto a la empresa paraestatal, Laboratorios de Biológicos y Reactivos de México (BIRMEX), que con nula experiencia en el tema, han coordinado con algunos operadores logísticos realizar titánica labor, sin tener mayor planeación ni coordinación entre ellos ni con las instituciones, que al cierre de 2021, se registran 309.5 millones de piezas en manos de estos operadores.
Tal condición disparó como nunca la proliferación de compras emergentes, particularmente por adjudicaciones directas, antes y durante el ejercicio de la consolidada. Abundan testimonios entre las instituciones que tuvieron que rechazar las piezas de contratos de UNOPS, en el mejor de los casos, o, en definitivamente, recibir lotes de productos con el riesgo de sobre-inventariarse al integrarlos con sus compras individuales.
Tabla 3. Piezas e importes de medicamentos según estatus en la distribución entre las instituciones públicas al cierre de 2021.
Las instituciones públicas adquirieron más de 343.1 millones de piezas por fuera de la consolidada en cuestión, con un gasto cercano a 14.27 mmdp (véase tabla 4). Si se compara contra el volumen total asignado (631.5 millones de piezas), se trata de una adquisición que representa 54.3%. Tal cifra no tiene referencia respecto a otros ejercicios de compras consolidadas, en las que llegaron a ocurrir compras fuera de dichos procesos y que, en lo general, no rebasaban 10% (datos históricos procesados por el Instituto Farmacéutico-INEFAM).
Tabla 4. Estructura de la compra real de medicamentos por piezas e importes dentro y fuera de la compra consolidada de UNOPS (“Conso”) según estatus en la distribución entre las instituciones públicas al cierre de 2021.
El efecto UNOPS: el daño masivo al sector salud
¿Cuál es el impacto económico de las compras realizadas fuera de la consolidada de UNOPS? Se trata de un sobrecosto de más de 4.55 mmdp. Este monto deriva de restar al importe ejercido de las piezas señaladas, aquel que se obtiene de multiplicar estas últimas por los precios asignados en la consolidada. Es decir, se trata de estimar el costo de oportunidad de adquirir los medicamentos de manera emergente para atender a los pacientes lo antes posible, ante los severos atrasos que parten desde las asignaciones de contratos en la consolidada y que continúan con rezagos en la distribución aquí descritos, de manera que, en lugar de pagar 9.72 mmdp, como debió ocurrir, la realidad fue una erogación de 14.27 mmdp, lo que significa un gasto adicional de 46.8%. En otros términos, se pagó por cada pieza $41.59, cuando el precio promedio unitario debió ser de $28.33. Véase la tabla 5.
Este es el efecto UNOPS: de manera impune, los rezagos a los que sometió a las instituciones públicas de salud se convirtieron en un severo sobrecosto en la compra de estos bienes, con un claro daño a las finanzas públicas y particularmente, un daño al sistema de salud que no fue capaz de contar en tiempo y forma con los tratamientos para cientos de miles de pacientes en todo el país, que provocara un daño de altos costos no solo económico sino social; efecto que resentiremos en los próximos años.
Tabla 5. Estimación de sobrecosto de las compras de medicamentos realizadas fuera de la consolidada (CONSO) de UNOPS, 2021, conforme a comparación de precios.
Suscríbete aquí para recibir directo en tu correo nuestras newsletters sobre noticias del día, opinión, planes para el fin de semana, Qatar 2022 y muchas opciones más.