1.”De tanto andar una región / que no figuraba en los libros / me acostumbré a las tierras tercas / en que nadie me preguntaba / si me gustaban las lechugas o si prefería la menta que devoran los elefantes. / Y de tanto no responder tengo el corazón amarillo.” (Pablo Neruda, Otro, 1977.)
2. Yo no conocía bien a bien a México, a pesar de tanta andanza intelectual, amorosa y pragmática. Sus entrañas hechas talco, sus mal disimulados ríos de sangre y los coros vulgares de angustia y desesperación desde hace mucho me estrujaron.
3. Yo conocía el amor, la llama doble que día tras día te alboroza y desborda el corazón. Le conocía, como consideración al otro, ese amor que dejó de ser en mi país desde que en su viejo mapa de la antigua y abundante cornucopia comenzaron a consignarse los contornos tristísimos e indignos de los tantos Mataulipas.
4. Yo sabía de los intríngulis de la lucha por el poder en la tierra del chile y el metate, pero, escandalizado, hasta la madrugada estuve en vela tratando de descifrar la ambición mediocre y malsana, plena de impunidad, de quienes pretenden silenciar nuestra palabra con las balaceras de drolls y bots que disparan irresponsablemente desde Palacio.
5.La República entera se ha convertido, querámoslo o no, en una violentísima kermés de puestecitos narcos reconocidos por todos.
6. Y ahora, junto con los súper emprendedores e innovadores americanos, estamos patrocinando la feria de ferias nacionales del Fentanilo, un opiáceo sintético cincuenta veces más fuerte que la heroína Leona Vicario y cien veces más fuerte que la morfina.
7. Oh My God.
8. “Mamá: soy El Chapito / Sí haré travesuras.”
9. A medida que recorro al país en mi mente, bastante ahíta, harta o sensible de mi alma, a diferencia de lo que me ocurría hasta hace poco, he dejado ¡al fin! de pensar a México por dentro de la mañanera.
10. ¡Qué perdida de tiempo y qué extravío!
11. Cambia de método, te lo juro y acertarás.
12. Porque esta gran nación ha visto pasar mucho aprendiz de dictadorcillo que cayó de buenas a primeras.
13. Viene a mi recuerdo la imagen de la pandilla que logró exhumar del cementerio de San Pablo de la capital la pata de palo que perteneció a Su Alteza Serenísima Toño López de Santa Anna para irla coceando durante varias cuadras.
14. Matar la imagen, matar el símbolo, pudiera ser el pasaporte de ingreso a un análisis más ponderado y tranquilo del desastre descomunal que sigue y sigue.
15. Justo anoche soñé que el águila real de nuestro escudo patrio terminaba devorando al presidente.
16. Pero no, los presidentes, sobre todo, los más agraviantes, se van en medio de la rechifla popular y la derrota política y electoral, y, si amerita, después de una auditoría de a deveras.
17. Matar el símbolo, al motivo o a la fuerza del enojo.
18. ¿Sí?
19. Anoche mi amada me vino con la propuesta, casi exigencia, de dar muerte a mi coyote, al Huehuecóyotl de la poesía que ha vivido tantos años en mí, porque debemos entrar en santa paz, dijo, para tratar de cambiar la vida y el amor, en el mundo y en el país, sin enfado ni furia. Con absoluto amor, diría Salvador Novo.
20. Con absoluto amor.