1.Se nos despreciará, seguro, según el orgullo que les causan sus relativas pero amillonadas audiencias. Como lo han hecho durante más de cuatro años, el voy derecho y no me quito de un tipo de comunicación que tanto ha dañado nuestra convivencia pública sigue sin freno hasta que llegue el día del choque, que ahí viene. Hasta ese momento en el que el tiempo nublado, por momentos oscuro, comience a clarear por la persistencia de tantos que estamos y vamos por el amanecer que México merece. Entonces el teleteatro de las mentiras y de la demolición de las reputaciones, abrirán los espacios para levantar inventarios y concentrarnos en cómo

seguir en un país tan afectado por la barbarie criminal y la negligencia del gobierno ante las demandas del día. 2. Un amanecer por mil mañaneras. .Hasta que las oposiciones, la inconformidad creciente o agazapada, vengan abiertamente a contradecir. Como muchos lo hacemos desde aquí y desde tantos otros foros en los que las mujeres y las nuevas inteligencias sociales: universitarios, artistas, científicos, poetas, cineastas, académicos y profesores, exhiban con firmeza, en lo alto del hartazgo y el agravio, su hasta aquí. 3. Un amanecer por mil mañaneras, como ocurrió en las oficinas de El Hijo del Ahuizote el 5 de febrero de 1903 donde una sugestiva y contudente manta presagiaba el porvenir: “la

Constitución ha muerto”, decía la frase que por entonces no hizo ninguna mella en el dictador archisatisfecho y confianzudo en su estrategia de pacificación y en sus engañifas del bienestar (tarjeta y palo, se podría decir.) 4. Un amanecer por mil mañaneras. Como la madrugada del 1º de enero de 1994, cuando el Ejército Zapatista de Liberación Nacional, en la Primera Declaración de la Selva Lacandona, declaró: “Pero nosotros hoy decimos ¡BASTA!, somo los herederos de los verdaderos forjadores de nuestra nacionalidad, los desposeídos somos millones y llamamos a todos nuestros hermanos a que se sumen a este llamado para no morir de hambre!” 5. Un amanecer por mil mañaneras, porque bastarían un liderazgo visionario e

insólito, una lectura crítica y rigurosa de la historia, de la de México y las insurrecciones en Centroamérica, y una apertura a los actores políticos y sociales más modernos del mundo para echar abajo todo un sistema de comunicación política presidencialista no mañanero pero igualmente autoritario y persecutor. 6. Un amanecer por mil mañaneras, porque, en el creciente 2024, estará haciendo estragos el abandono repetido de las urgencias sociales y las tareas de gobierno que cuando se atendieron fue para desordenarlas o distorsionar interesadamente sus funciones. Imposible e inútil puntualizar aquí cada una de las políticas y los compromisos descuidados, así como una cierta agenda internacional que,

cuando se gestiona desde la marañas y burlitas de la mañanera, es capaz de crear molestias, malentendidos o rispideces innecesarios. 7. Un amanecer por mil mañaneras porque a mi me disgustan los buitres o las chachalacas que presumen de demócratas. 8. Mientras amanece, me daré a la lectura de “Bajo tu clara sombra”, de O. Paz, que me hace persistir en la vida plena.

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