1. En el número 9 de la calle Bartolomejská del centro Praga se encuentra el Unitas, un hotelito donde la noche cuesta 30 euros -desayuno con croissant incluido- y se conserva la celda subterránea en la que Václav Havel pasó cuatro años (1979-1983). El hermoso cancel de ingreso, la luz serena y los frescos macetones amarillos de su patio no alcanzan hoy, a pesar de todo, a disimular la época de los horrores cometidos por la policía en el sitio donde el dramaturgo disidente participaba en la preparación de la Revolución de Terciopelo que derribaría al régimen comunista al grito de la consigna de que el poder es de los sin poder y punto. 2. Con el triunfo de la causa, Hável el héroe cívico inusitado e incontenible, no obstante, se resistió a presidir la nueva república checa. 2. Según un testimonio biográfico de Michael Zantovsky, su amigo de infancia y aliado político: “Él no quería ser político, lo fue durante la Revolución cuando la gente le empezó a decir que él debía ser el presidente. Pero tenía muchos recelos al respecto y en realidad no quería hacerlo. Se lo pensó y en ese momento se dijo a sí mismo: "si no lo hago voy a parecer un payaso. Esto es algo por lo que me he pasado años luchando y si no acepto la responsabilidad ahora, ¿cuál habrá sido el sentido de todo?”. El problema de los políticos de hoy no es que sean políticos profesionales -no hay nada malo en ello-, sino que no aceptan la responsabilidad de su rol, ya que cuando no cumplen con algo que han prometido no aceptan su responsabilidad: la culpa siempre la tiene otro. "Es por la economía, es por los refugiados, es por culpa de otro país", dicen. Pero Havel era tan diferente. Por ejemplo, cuando Checoslovaquia se dividió en 1992, algo contra lo que él había luchado -él apoyaba la unidad, la federación, no la secesión-, incluso aunque no había sido culpable de la división, él creyó que era su responsabilidad y dimitió. Estaba convencido de que no podía gobernar un país que se estaba dividiendo.” 3. Havel tuvo desde pequeño un complejo de clase que determinó absolutamente su forma de ser y su pensamiento. Fue algo que realmente le afectó mucho. 4. Testimonio de Zantovsky: “Fue un niño privilegiado que procedía de una familia burguesa acomodada y creció y fue al colegio con niños que eran mucho más pobres y que no tenían tantos privilegios. Él veía su condición social como una especie de defecto. Cuando tenía siete años se sentía diferente. Pensaba, "¿por qué no puedo ser como el resto de niños que corren y juegan por ahí, sino que me tengo que ir a casa con una gobernanta a aprender a pintar?". 6. Havel es la mejor representación de que la verdadera prueba de un hombre no es ver cómo interpreta el papel que se ha inventado para sí mismo sino ver cómo responde al que le ha asignado el destino.” 5. En 1975, redactó una carta abierta al presidente Gustav Husak en la que describía una Checoslovaquia carente de vida verdadera y en la que, aceleradamente, se acumulaban grandes dosis de odio, división y hostilidad. Havel, el dramaturgo que montó su primera obra a los 14 años sería, entonces, por vez primera, arrestado.}