1.Si las acciones son fruto de la envidia, entenderemos por qué la lucha política se reduce a cálculos y a maniobras apropiadas para asegurar la eliminación de nuestros émulos o de nuestros enemigos. ¿Quieres dar en el clavo? Hay que empezar por liquidar a los que, desde el momento que piensan con arreglo a tus categorías y a tus prejuicios y han recorrido a tu lado el mismo camino, sueñan necesariamente en suplantarte. Son tus rivales más peligrosos. Si me adueñara del poder, mi primera ocupación sería la de hacer desaparecer a mis amigos. Emil M. Cioran dixit, en Historia y Utopía. 2.Hitler dio sus primeras pruebas de determinación al deshacerse de Roehm, el único hombre a quien tuteaba. Y no pocos maestros en el oficio de eliminar o asesinar competidores, surgieron de revoluciones como la mexicana que, emulando a Zeus terminaría devorándose a sus hijos. Madero, Zapata, Carranza, Villa. Obregón y Calles liquidando a De la Huerta que ansiaba la presidencia en 1924. En el 28 es asesinado Álvaro Obregón y todavía, 66 años después, 1994, ya en el México puro y duro de la modernización, el sacrificio escandaloso, pleno de riesgos, de Manuel Camacho, por parte de un Carlos Salinas que intentaba perpetuarse, sólo lograría abrir las puertas a la insurrección zapatista y al crimen de Luis Donaldo Colosio. 3.Mención aparte merece el general Lázaro Cárdenas, impulsor de la transformación política y social más importante desde la Revolución de 1910 hasta hoy, quien sólo pretendía para 1940 asegurar la continuidad y la unidad del Estado. Imposible imaginarlo sacrificándose enfermizamente por Múgica, derrochando su enorme poder político para convertirse en el jefe idolatrado de una bandería de generales y organizaciones que nutrieran su ego o sus nunca conocidas frivolidades o soberbia. 4.Como la política suele llevar también la huella de los sentimientos
más íntimos e inconfesables, no extrañaría que alguna suspicacia de Cárdenas contribuyera a la eliminación de Múgica, quien, por ejemplo, solía pregonar que él era más preparado que su amigo el presidente. Según lo supe hace 40 años de una fuente muy confiable y cercana a los Cárdenas, estaban en un mitin en el que el presidente arengaba a los michoacanos sobre las virtudes del socialismo y Múgica, que asistía como invitado, codeando a alguien en el presídium, le haría este negligente comentario: “mira a Lázaro, siempre hablando de las cosas que no sabe.” 5.En todo caso, Cárdenas no necesitaba de Múgica ni de nadie para asegurar el monopolio personal de su legado porque al momento de la sucesión el cardenismo no era una idea ni una retórica o el borrador caótico, ilegible e inquietante de una propuesta de cambios que se quedó atorada en el mitin callejero, sino un proyecto político articulado, construido y probado, con gran prestigio nacional e internacional, en poco más de tres años de gobierno. 6.Hacia el Año de 2024: un presidente obseso, que llama a sus sumisos pretensos sucesores hermanos o corcholatas y vive muy ajeno a las decisiones de Estado, parece aceitar día tras día su guillotina. Y la nación expectante, demasiado suelta y dolida