Los millennials son aquellas personas nacidas entre 1980 y 2000. En México, esta generación representa 42 millones de personas, 33% de la población, 47% del padrón electoral y más de la mitad de la fuerza laboral. Los millennials adquieren cada vez mayor importancia en la vida económica y política del país.

Debido a lo anterior, muchos sectores han empezado a orientarse hacia las preferencias de este grupo de edad. No obstante, uno de los sectores que menos adaptado está a las preferencias de los millennials es el de vivienda.

De acuerdo con el taller “Análisis de las perspectivas de vivienda de la generación del milenio”, realizado en 2017 por el Centro de Investigación y Documentación de la Casa A.C. (CIDOC) y el INFONAVIT, lo más importante para los jóvenes es la ubicación de la vivienda. Los millennials quieren vivir a menos de cinco kilómetros de su trabajo, no verse forzados a moverse en automóvil y tener los sitios que visitan de forma cotidiana a menos de 40 minutos de distancia.

Los miembros de la generación conocida como baby boomers, que son aquellos que nacieron entre 1943 y 1959, y muchos de la generación X, compuesta por quienes nacieron entre 1960 y 1979, le dan una alta prioridad a ser dueños de una vivienda. En cambio, para los millennials la meta es vivir bien y la mayoría prefieren vivir en las zonas céntricas de las ciudades a tener una residencia propia más alejada.

El estudio también destaca que los baby boomers quieren vivir cerca de su familia y amigos, en viviendas espaciosas, mientras que los millennials están dispuestos a vivir en espacios reducidos siempre y cuando estén próximos a sus centros de trabajo. Muchos jóvenes también requieren un espacio para trabajar cómodamente en el hogar, ya que es la generación que más emprende y valora el trabajo a distancia.

Es importante señalar que además de la ubicación de una vivienda, lo que la hace más apta para habitarla es la disponibilidad de servicios de agua y saneamiento, espacios educativos, de salud, recreativos, culturales, deportivos, disponibilidad de transporte, así como la calidad de los espacios abiertos, de encuentro y de convivencia cercanos.

Por ello, los millennials prefieren vivir en zonas con usos mixtos, es decir, donde no sólo haya casas, sino que tengan cerca todos los servicios. Son una generación que no valora tanto el automóvil particular, a diferencia de las anteriores; prefieren caminar, usar la bicicleta o el transporte público masivo para desplazarse.

No les gustan mucho las amenidades en áreas comunes dentro de su conjunto habitacional, sino que más bien prefieren acceder a esos servicios en comercios y espacios públicos. De igual forma, quieren ciudades vibrantes, que promuevan la convivencia y no les gusta la proliferación de bardas ni la segregación social.

Los millennials están dispuestos a rentar pequeñas residencias y a compartirlas, por lo que solicitan mayor flexibilidad en los servicios de alquiler. Algunos ejemplos de ello son la posibilidad de subarrendar, nuevos esquemas de cohabitación, admisión de mascotas, menos requisitos de aval y propuestas arquitectónicas flexibles.

La vida de los millennials es más dinámica que la de generaciones anteriores. A diferencia de los baby boomers que valoran más la estabilidad, el alquiler es una gran opción para los millennials, ya que les permite moverse más fácil de acuerdo al cambio de sus necesidades.

Por otra parte, la generación de los millennials se ha enfrentado a mayores precios en la vivienda y por eso ejercen menos sus opciones de crédito hipotecario.

El estudio señala que los precios de la vivienda se han incrementado mucho porque hay un déficit histórico en el número de viviendas disponibles con respecto a las que se necesitan. Este déficit aumenta cada año y se ha acelerado porque cada vez hay más hogares de una sola persona y porque ha aumentado el número de divorcios. Por ello también tenemos que acelerar la construcción de nuevas residencias.

De acuerdo a un estudio de la Sociedad Hipotecaria Federal de 2012, la densidad de habitantes por km2 en México pasará de 57.1 en 2010 a 75.6 habitantes por km2 en 2040. En las próximas cuatro décadas se construirá 50% más del parque habitacional actual y el número de viviendas pasará de 28.5 millones (en 2010) a 42.7 millones en 2040, es decir, 475 mil viviendas nuevas al año.

Por eso el estudio de INFONAVIT y el CIDOC recomienda aprovechar los espacios subutilizados en las zonas céntricas para construir más viviendas, pequeñas, flexibles y con precios accesibles. El sector inmobiliario en México no ha cambiado mucho en los últimos años y urge actualizarlo.

Desde hace dos décadas comenzó en México la construcción masiva de casas a las afueras de las ciudades. Este modelo de construcción nos ha provocado problemas, incluyendo cinco millones de viviendas abandonadas que serían suficientes para albergar a la población de la Zona Metropolitana del Valle de México.

Si seguimos construyendo este tipo de viviendas, incrementaremos la proporción en abandono porque simplemente no se adaptan a las preferencias de la generación que representa la mayor parte de la fuerza laboral.

No todos los millennials son iguales, es un grupo muy heterogéneo, no obstante, la lección es muy clara: las nuevas generaciones prefieren viviendas mejor ubicadas, más pequeñas, flexibles, con acceso a buen transporte público, equipamiento urbano y espacios públicos dignos; quieren ciudades vibrantes y las van a buscar aquí o migrarán a donde las encuentren

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