Promover el crecimiento de muchas micro y pequeñas empresas mexicanas debe ser una de nuestras prioridades. En este artículo quiero explicarles cómo podemos lograrlo.
94% de los negocios en México son microempresas, pero sólo generan el 15% de la producción del país. La gran mayoría de ellas permanecen como negocios muy pequeños e informales durante toda su existencia.
Esto provoca que sólo ofrezcan empleos de bajos salarios y de poco crecimiento para sus empleados, pero los mexicanos necesitamos mucho mejores salarios. El salario promedio en México es de siete mil cuatrocientos pesos, muy insuficiente.
Hay por lo menos seis cosas que debemos hacer para que las empresas mexicanas crezcan.
Uno, facilitarles la vida y su crecimiento. Esto se logra eliminando muchas regulaciones, como aquellas que les impiden contratar más mexicanos. Eliminar el régimen de pequeños contribuyentes que no ha funcionado bien y facilitar tanto el cálculo como el pago de impuestos para las micro y pequeñas empresas.
Tanta regulación hace que sea muy caro y riesgoso crecer, adoptar nuevas tecnologías, ofrecer más empleos y mejor pagado y de esa forma estamos castigando a los trabajadores mexicanos.
También es necesario reducir las barreras de entrada a diversos sectores como el financiero, donde se ha vuelto muy difícil formalizar una nueva FinTech, que es un emprendimiento financiero con nuevas tecnologías.
Las nuevas FinTech en México estaban facilitando el acceso a crédito barato y justo para sectores poco atendidos por las empresas financieras tradicionales, cómo pequeños campesinos de alta especialidad o pequeños negocios.
Pongo dos ejemplos. EthicHub le da financiamiento muy barato a pequeños campesinos gracias al Blockchain. Play Business le da financiamiento barato a los emprendedores gracias al llamado crowdfunding, que es financiamiento colectivo posibilitado por las nuevas tecnologías.
Al dificultar la creación de FinTechs castigamos a los mexicanos que necesitan crédito barato. Hay otros sectores en los que también debemos romper barreras de entrada como en el energético o el de la vivienda.
Al promover el emprendimiento, promovemos la innovación y resolver nuestros problemas de formas muy diversas y creativas. Debemos apoyar el emprendimiento, que los mexicanos no sólo sean empleados sino empleadores y emprendedores.
También podemos facilitarle el crecer a las micro, pequeñas y medianas empresas (MiPymes) digitalizando muchos trámites de gobierno y haciéndolos más transparentes y difíciles de corromper.
Dos, cuidar su liquidez. No se vale que el gobierno quiera jinetear el dinero de las MiPymes, es decir, que se tarde mucho tiempo en entregar el dinero que debe pagar a las MiPymes, incluyendo al SAT que luego tarda en hacerles su devolución de impuestos, esto debe pagarse de forma casi inmediata.
Las grandes empresas también pueden hacer quebrar muchas micro y pequeñas empresas por pagarles lo que les deben con varios meses de retraso, esto deja a las MiPymes sin liquidez para pagar el salario de sus trabajadores y a sus proveedores.
Tres, proteger a las empresas de la inseguridad y la extorsión. Para ello debemos usar la inteligencia, la tecnología y un mejor marco regulatorio.
La tecnología nos ayuda a hacer un gobierno más transparente y evitar extorsiones por parte de algunas autoridades.
Por otro lado, debemos protegerlas del crimen organizado, por eso he propuesto desde hace tiempo la creación de la Unidad Especializada en Combate a la Extorsión, similar a las unidades especializadas en el secuestro y con suficiente autonomía para que sus acciones tengan visión de largo plazo.
Cuatro, fortalecer sus ventas. Debemos incorporar más MiPymes en la proveeduría de las empresas públicas además de ayudarlas a convertirse en proveedoras de las grandes empresas exportadoras, para que se beneficien de los sectores más exitosos como el automotriz, autopartes, microchips y dispositivos eléctricos.
También es importante bancarizar a todas las micro y pequeñas empresas, pues está comprobado que las ventas se incrementan cuando un negocio empieza a aceptar pagos electrónicos. Además, debemos ayudar a las MiPymes a digitalizarse, es decir, a aprovechar las nuevas tecnologías para ofrecer mejores servicios y crecer.
Cinco, apuntalar su competitividad e innovación. Para ello se necesita mucha capacitación de los mexicanos, pero capacitación en lo que realmente necesita el mercado laboral.
Se necesita una mucho mejor vinculación de la academia con el mercado laboral, incluso mejores programas de trabajo durante el estudio, pero donde las empresas estén obligadas a contratar a quien capacitaron con recursos públicos.
Especialmente carecemos de talento en ciencias, tecnología y matemáticas, las áreas conocidas como STEM. 56% de los empleadores no encuentra el talento STEM que necesita en México.
Menos del 10% de los mexicanos habla inglés y es un idioma muy importante para la innovación y el desarrollo tecnológico.
También se necesita de más aceleradoras e inversión semilla, es decir, la inversión en etapas muy tempranas de emprendimientos muy prometedores.
Estados Unidos tiene muchísimos emprendimientos que conquistaron el mundo como Uber, Airbnb, Whats App, Google o Amazon porque hay muchas aceleradoras que le dan a los emprendedores el dinero, los contactos y la capacitación que necesitan para que su emprendimiento crezca de forma acelerada. En ese proceso generaron decenas o cientos de miles de empleos muy bien pagados para los estadounidenses.
En México podemos atraer inversión semilla si el gobierno genera los incentivos adecuados.
Seis, aprovechar la integración de Norteamérica. Estados Unidos acaba de invitar a México a producir juntos muchos vehículos eléctricos y microchips. Además, cientos de fábricas quieren venir de Asia a México para producir aquí lo que ahora se fabrica allá.
Debemos luchar porque esta ola de integración de nuestra región beneficie el surgimiento, pero sobre todo el crecimiento de nuestras MiPymes.
Con esto, podemos lograr que nuestras microempresas se vuelvan pequeñas, las pequeñas medianas, las medianas grandes y las grandes globales.
En ese proceso generaremos millones de empleos muy bien pagados y muy dignos para los mexicanos, algo que nos merecemos porque somos de los países que más horas trabajan y que menos vacaciones tenemos.
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