El secreto del cambio es enfocar toda tu energía,

no en luchar contra lo viejo,

sino en construir lo nuevo
-
Sócrates

Al independizarse en 1991, el ingreso por habitante de Estonia era equivalente al de países centroamericanos, era un país quebrado, hoy su ingreso promedio supera al de España. Este pequeño país báltico es todo un ejemplo de avance, fue el primero en implementar la votación electrónica, en ofrecer el transporte público gratuito generalizado, en elevar a derecho universal el acceso a internet (desde el año 2000) y en ofrecer la ciudadanía digital a cualquier persona del mundo.

Además, es el segundo país con los mejores resultados educativos, uno de los países con las finanzas públicas más sanas y su tasa de creación de empresas por cada mil habitantes es cinco veces más grande que en la Unión Europea.

Desde el inicio, Estonia apostó por digitalizar sus servicios públicos. En 2001, introdujo X-Road, un software de código abierto que proporciona un intercambio de datos seguro y unificado entre organizaciones y ciudadanos.

Este software permite que todos los servicios públicos "hablen el mismo idioma", comunicándose entre sí de manera eficiente. Por ejemplo, cuando un ciudadano visita al médico y obtiene una receta, todos los sistemas relevantes, como el hospital, la oficina de control de enfermedades y epidemias, la aseguradora, entre otros, son informados automáticamente. Este sistema hace la vida más fácil a los ciudadanos y mejora sus oportunidades de prosperar.

Opera con dos principios importantes: “Once only”, no me pidas la información que alguien ya tiene, pídesela al sistema; y “gobierno invisible”, no sólo digitalizan al gobierno, sino que lo hacen inteligente y proactivo para que automatice los procesos. Por ejemplo, si voy al médico, automáticamente la oficina de impuestos se entera y me hace en automático mi deducción de impuestos correspondiente. El gobierno me da lo que yo necesito sin que se lo tenga que pedir.

En Latinoamérica, la interoperabilidad de servicios públicos aún se realiza manualmente. Los ciudadanos deben presentar documentos en diferentes instituciones para realizar trámites, esto es muy inseguro, pues una cantidad muy grande de servidores públicos tienen muchos de nuestros datos y documentos sensibles, copias de nuestros comprobantes de domicilio e identificaciones oficiales que en ocasiones se han usado para pedir prestamos a nuestro nombre.

En cambio, con X-Road los servidores públicos ni siquiera tienen que conocer tu domicilio u otros datos sensibles de no ser estrictamente necesario, el sistema muchas veces les arroja un aprobado o no aprobado en su etapa del trámite, sin que tengan que saber nada innecesario. Eso facilita y agiliza el trabajo de los servidores públicos.

Desafortunadamente, las iniciativas de digitalización en Latinoamérica a menudo persiguen objetivos que llevan a resultados indeseados. Se mide el éxito por la cantidad de usuarios de las plataformas web o las visitas, no queremos que tengan muchas visitas sino que tengan pocas porque se automatizan o facilitan. En Estonia, se mide cuánto tiempo se ahorra a los ciudadanos y cuántas consultas se realizan directamente entre sistemas sin intervención humana, sólo el 3% de los datos en Estonia son presentados en una pantalla, gran parte sucede automáticamente.

Por otro lado, X-Road es extremadamente seguro, siendo de código abierto para que cualquiera pueda replicarlo y verificar su confiabilidad. Cada revisión de datos deja una marca indeleble, permitiendo saber quién revisó la información y por qué. Se protege fuertemente la privacidad de las personas y la veracidad de los datos.

El éxito de X-Road ha llevado a la creación del Instituto Nórdico para Soluciones de Interoperabilidad (NIIS), un sistema con componentes compartidos en Finlandia, Islandia y las Islas Feroe, lo que está mejorando hasta los lazos comerciales y la coordinación en temas de seguridad.

En Argentina, X-Road se implementa desde 2010 en la región de Neuquén y otras regiones lo empiezan a adoptar; tienen planes de generar una interoperabilidad con la implementación de X-Road que se ha hecho en Colombia.  También, una de las mayores compañías de gas en Japón utiliza X-Road para el intercambio de datos entre sus unidades organizativas porque puede hacer más eficiente hasta la comunicación en el sector privado.

Estonia ha demostrado que la digitalización inteligente y proactiva de los servicios públicos no solo es posible, sino que puede transformar radicalmente la vida de los ciudadanos. Su modelo de gobierno invisible es todo un ejemplo para Latinoamérica, especialmente para los gobiernos locales.

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