El avance de la inteligencia artificial no es el problema,

nuestra incapacidad de adaptarnos a él sí lo es.

-ChatGPT

La inteligencia artificial (IA) está por entrar en una fase nueva y poderosísima. Hasta ahora hemos visto una capacidad bastante limitada de ChatGPT y su competencia; en este artículo quiero explicarles la gran revolución que viene y que nos llevará a descubrir razonamientos que los seres humanos no hemos desarrollado en 12 mil años de vida sedentaria, por ejemplo, encontrando formas mucho más complejas y prometedoras para organizar una sociedad o con curas contra enfermedades graves como el cáncer. Las empresas y las sociedades se verán obligadas a cambiar.

OpenAI, la empresa detrás de ChatGPT, ha expuesto cómo está entrando en una segunda fase. Actualmente tenemos IA en chats que son muy buenos para dar respuestas que pueden ser de memoria, por ejemplo hechos históricos, operaciones aritméticas, e incluso responden preguntas existenciales, pero repitiendo de forma aburrida lo que ya se ha dicho miles de veces en internet.

Son muy mediocres para retos que requieren razonar profundamente, como para dar respuestas creativas y novedosas a planteamientos complejos. Hasta ahora es muy difícil que la IA escriba un artículo o un libro que sea sofisticado, creativo, provocador o atractivo, al menos sin un humano detrás que haga muchos ajustes. Además de que se equivocan frecuentemente.

Parte del problema es que la IA responde a todo de forma rápida, sin detenerse a razonarlo. Pero ¿qué es razonar? Una forma de definirlo es como pasar bastante tiempo pensando sobre algo, relacionarlo con múltiples ideas diferentes y llegar a mejores conclusiones.

Algo similar nos pasa a los humanos. Una parte de nuestro cerebro piensa rápido para cosas que dominamos muy bien de memoria, pero se equivoca en lo complejo; otra parte piensa lento, detenidamente y es mucho más precisa, como se expone en el libro de ‘Thinking, Fast and Slow’ de Daniel Kahneman, quien dijo que "El pensamiento rápido te da respuestas, pero es el pensamiento lento el que te da soluciones".

Desde hace mucho tiempo descubrimos que al pedirle a ChatGPT, Gemini, Perplexity y otros chats de IA que “piensen paso a paso su respuesta” dan mucho mejores resultados para problemas complejos. Esto les permite crear una cadena de pensamientos que se parece más a razonar que a decir algo de memoria de forma apresurada.

De acuerdo con Carlos Santana, experto en IA y creador de Dot CSV, la nueva era de la IA viene cuando se aplica la estrategia llamada aprendizaje por refuerzo a la mejora de las cadenas de pensamientos.

Este aprendizaje por refuerzo es estar entrenando con cientos de humanos durante mucho tiempo a una inteligencia artificial para que pueda evaluar qué cadenas de pensamiento son buenas y cuáles no.

Un ejemplo que nos va a ayudar a entender esto es AlphaGo, una inteligencia artificial que hace casi 10 años logró un hito para la historia de la humanidad, en el que, por primera vez, un software era capaz de ganarle a todos los campeones del juego de mesa tradicional más complejo de todos, el GO. Pero no sólo eso, sino que AlphaGo creó estrategias que los humanos nunca habíamos desarrollado en miles de años, pues, a diferencia del humano, pudo evaluar todos los posibles escenarios de cada movimiento, millones de escenarios, algo que supera nuestros límites cognitivos.

AlphaGo fue entrenada para que por sí misma evaluara qué es un buen movimiento y qué es un mal movimiento, así, por sí misma podía proponer estrategias, millones de estrategias, y evaluarlas sin necesidad de un humano. Esto con el aprendizaje por refuerzo.

Gracias a técnicas similares, ya son las IA, más que los humanos, las que encuentran planetas que desconocíamos en el universo y las que descubren nuevos materiales con propiedades asombrosas. Lo malo es que ese tipo de IA son muy especializadas, sólo sirven para un propósito muy especializado, como descubrir planetas y ya.

Lo que es increíble es que inteligencias artificiales como ChatGPT sirven para muchísimos propósitos diferentes, para los que ni siquiera fueron entrenadas, y además son mucho más fáciles de usar para el humano promedio porque se comunican mediante lenguaje ordinario.

Al combinar la facilidad de uso, el acceso multitudinario y el multipropósito de las IA como ChatGPT con técnicas de aprendizaje por refuerzo para darles capacidad de razonar y pulir sus cadenas de pensamiento, tenemos una herramienta muchísimo más poderosa de lo que hemos visto, podemos pasar de simples chats a herramientas creadoras de ideas que nunca se nos hubieran ocurrido a los humanos, tal como le pasó a AlphaGo con estrategias novedosas para jugar GO.

Formas muy complejas, detalladas y novedosas de organizar a la sociedad de manera justa y próspera; y de curar el cáncer, por ejemplo. Noam Brown, uno de los principales investigadores de OpenAI,  ChatGPT piensa por segundos, pero si le damos la capacidad de pensar correctamente por horas o semanas, los costos serán muchísimo mayores, pero vale la pena por curar el cáncer o revolucionar las baterías tan necesarias para combatir el cambio climático.

Si dejamos a lo largo de una semana que próximas versiones de ChatGPT generen millones de millones de cadenas de pensamiento, en algún momento se topará con ideas fabulosas.

Si lo que nos diferenciaba de las máquinas era nuestra capacidad de imaginar lo imposible, tal vez esto esté por cambiar. El impacto y los cambios en las industrias se darán de forma inevitable e irreversible. Las empresas deben prepararse.

Sam Altman, CEO de OpenAI, nos ha dado a entender que esto no va a estar disponible pronto, va a tardar, pero ya están trabajando en ello y más nos vale irnos preparando.

El mundo se está llenando de complicaciones, como las tensiones entre Israel e Irán, entre Ucrania y Rusia, entre China y occidente; muchas dictaduras se mantienen, más países desarrollan bombas nucleares y persiste la amenaza del cambio climático.

No obstante, seguimos desarrollando razones para pensar que el futuro será cada vez mejor. Tenemos cada vez mejores herramientas para construir un futuro increíble, pero la única manera de predecir el futuro es crearlo; está en nuestras manos.La inteligencia artificial (IA) está por entrar en una fase nueva y poderosísima. Hasta ahora hemos visto una capacidad bastante limitada de ChatGPT y su competencia; en este artículo quiero explicarles la gran revolución que viene y que nos llevará a descubrir razonamientos que los seres humanos no hemos desarrollado en 12 mil años de vida sedentaria, por ejemplo, encontrando formas mucho más complejas y prometedoras para organizar una sociedad o con curas contra enfermedades graves como el cáncer. Las empresas y las sociedades se verán obligadas a cambiar.

OpenAI, la empresa detrás de ChatGPT, ha expuesto cómo está entrando en una segunda fase. Actualmente tenemos IA en chats que son muy buenos para dar respuestas que pueden ser de memoria, por ejemplo hechos históricos, operaciones aritméticas, e incluso responden preguntas existenciales, pero repitiendo de forma aburrida lo que ya se ha dicho miles de veces en internet.

Son muy mediocres para retos que requieren razonar profundamente, como para dar respuestas creativas y novedosas a planteamientos complejos. Hasta ahora es muy difícil que la IA escriba un artículo o un libro que sea sofisticado, creativo, provocador o atractivo, al menos sin un humano detrás que haga muchos ajustes. Además de que se equivocan frecuentemente.

Parte del problema es que la IA responde a todo de forma rápida, sin detenerse a razonarlo. Pero ¿qué es razonar? Una forma de definirlo es como pasar bastante tiempo pensando sobre algo, relacionarlo con múltiples ideas diferentes y llegar a mejores conclusiones.

Algo similar nos pasa a los humanos. Una parte de nuestro cerebro piensa rápido para cosas que dominamos muy bien de memoria, pero se equivoca en lo complejo; otra parte piensa lento, detenidamente y es mucho más precisa, como se expone en el libro de ‘Thinking, Fast and Slow’ de Daniel Kahneman, quien dijo que "El pensamiento rápido te da respuestas, pero es el pensamiento lento el que te da soluciones".

Desde hace mucho tiempo descubrimos que al pedirle a ChatGPT, Gemini, Perplexity y otros chats de IA que “piensen paso a paso su respuesta” dan mucho mejores resultados para problemas complejos. Esto les permite crear una cadena de pensamientos que se parece más a razonar que a decir algo de memoria de forma apresurada.

De acuerdo con Carlos Santana, experto en IA y creador de Dot CSV, la nueva era de la IA viene cuando se aplica la estrategia llamada aprendizaje por refuerzo a la mejora de las cadenas de pensamientos.

Este aprendizaje por refuerzo es estar entrenando con cientos de humanos durante mucho tiempo a una inteligencia artificial para que pueda evaluar qué cadenas de pensamiento son buenas y cuáles no.

Un ejemplo que nos va a ayudar a entender esto es AlphaGo, una inteligencia artificial que hace casi 10 años logró un hito para la historia de la humanidad, en el que, por primera vez, un software era capaz de ganarle a todos los campeones del juego de mesa tradicional más complejo de todos, el GO. Pero no sólo eso, sino que AlphaGo creó estrategias que los humanos nunca habíamos desarrollado en miles de años, pues, a diferencia del humano, pudo evaluar todos los posibles escenarios de cada movimiento, millones de escenarios, algo que supera nuestros límites cognitivos.

AlphaGo fue entrenada para que por sí misma evaluara qué es un buen movimiento y qué es un mal movimiento, así, por sí misma podía proponer estrategias, millones de estrategias, y evaluarlas sin necesidad de un humano. Esto con el aprendizaje por refuerzo.

Gracias a técnicas similares, ya son las IA, más que los humanos, las que encuentran planetas que desconocíamos en el universo y las que descubren nuevos materiales con propiedades asombrosas. Lo malo es que ese tipo de IA son muy especializadas, sólo sirven para un propósito muy especializado, como descubrir planetas y ya.

Lo que es increíble es que inteligencias artificiales como ChatGPT sirven para muchísimos propósitos diferentes, para los que ni siquiera fueron entrenadas, y además son mucho más fáciles de usar para el humano promedio porque se comunican mediante lenguaje ordinario.

Al combinar la facilidad de uso, el acceso multitudinario y el multipropósito de las IA como ChatGPT con técnicas de aprendizaje por refuerzo para darles capacidad de razonar y pulir sus cadenas de pensamiento, tenemos una herramienta muchísimo más poderosa de lo que hemos visto, podemos pasar de simples chats a herramientas creadoras de ideas que nunca se nos hubieran ocurrido a los humanos, tal como le pasó a AlphaGo con estrategias novedosas para jugar GO.

Formas muy complejas, detalladas y novedosas de organizar a la sociedad de manera justa y próspera; y de curar el cáncer, por ejemplo. Noam Brown, uno de los principales investigadores de OpenAI,  ChatGPT piensa por segundos, pero si le damos la capacidad de pensar correctamente por horas o semanas, los costos serán muchísimo mayores, pero vale la pena por curar el cáncer o revolucionar las baterías tan necesarias para combatir el cambio climático.

Si dejamos a lo largo de una semana que próximas versiones de ChatGPT generen millones de millones de cadenas de pensamiento, en algún momento se topará con ideas fabulosas.

Si lo que nos diferenciaba de las máquinas era nuestra capacidad de imaginar lo imposible, tal vez esto esté por cambiar. El impacto y los cambios en las industrias se darán de forma inevitable e irreversible. Las empresas deben prepararse.

Sam Altman, CEO de OpenAI, nos ha dado a entender que esto no va a estar disponible pronto, va a tardar, pero ya están trabajando en ello y más nos vale irnos preparando.

El mundo se está llenando de complicaciones, como las tensiones entre Israel e Irán, entre Ucrania y Rusia, entre China y occidente; muchas dictaduras se mantienen, más países desarrollan bombas nucleares y persiste la amenaza del cambio climático.

No obstante, seguimos desarrollando razones para pensar que el futuro será cada vez mejor. Tenemos cada vez mejores herramientas para construir un futuro increíble, pero la única manera de predecir el futuro es crearlo; está en nuestras manos.

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