En México tenemos retos y problemas que debemos resolver de forma urgente, ya que muchos de ellos afectan severamente a las personas más vulnerables. Tradicionalmente recurrimos a los gobiernos para resolver los problemas públicos más apremiantes, pero no debemos de olvidar que el sector público tiene importantes limitaciones.
El gobierno representa únicamente el 5% de la fuerza laboral en México, mientras que el 95% de las personas trabajamos en la iniciativa privada. Esta diferencia numérica nos da la misma o incluso mayor capacidad que los gobiernos para resolver muchos de los problemas que más nos aquejan.
Recientemente platiqué sobre ello con Raúl de Anda, cofundador de Unreasonable México, quien me contó que en su empresa están en búsqueda de mujeres y hombres rebeldes, que quieran cambiar circunstancias injustas e inaceptables. En su iniciativa están convencidos de que “resolver los problemas sociales no solo es algo moralmente imperativo, sino además una oportunidad de mercado gigantesca”.
Raúl me compartió importantes reflexiones que suscribo. Hacer negocio no es malo, sino todo lo contrario: mientras surjan más emprendimientos que busquen resolver un problema social, con modelos rentables y sustentables, más personas van a querer entrar a ese negocio y por ende más rápido se va a resolver el problema.
Algunos ejemplos son las empresas que han ayudado a crecer de forma acelerada en Unreasonable México. A decir de Raúl, “que lo que iban a hacer en cinco o diez años, lo puedan hacer en un año”. Eso es algo muy cierto, pues tenemos que resolver los problemas en México con sentido de urgencia.
Han impulsado a DerTek, una empresa que produce y comercializa biocombustibles a partir de la higuerilla, la cual los agricultores tradicionalmente queman porque compite por nutrientes con sus plantíos. Así, el fundador de la empresa encontró la forma de transformar la higuerilla en biodiesel y aceite de ricino, y de esa manera DerTek se asocia con campesinos para hacer negocio y al mismo tiempo ayudarlos salir de las condiciones de pobreza en que muchos viven. Actualmente trabajan con cerca de 2 mil agricultores oaxaqueños que pasaron de percibir tres mil pesos mensuales, a cerca de 16 mil pesos mensuales.
El fundador generó un cambio de mentalidad en los agricultores al pedirles que no solo no la quemaran, sino que la sembraran para así aprovecharla. DerTek es uno de varios ejemplos que queremos seguir viendo para mejorar al país mediante la innovación, el emprendimiento y el conocimiento.
Someone Somewhere es otra empresa impulsada por Unreasonable México, la cual empezó apoyando a artesanas de la Sierra de Puebla ya que, como a muchos otros artesanos, les compraban su ropa por caridad y hasta les regateaban los precios. Raúl de Anda me contó que quienes fundaron Someone Somewhere entendieron que le estaban vendiendo a las personas equivocadas, pues estos productos podían venderse de manera exitosa en otros mercados, algunos en países remotos, a los que podrían llegar por internet.
Hoy en día tienen una línea de ropa que es de las de mayor crecimiento en México, con productos que van desde playeras, camisas, gorras, mochilas, etcétera; y tienen diseños artesanales. Han levantado más de tres millones de dólares en inversión para sus seis tiendas y han sacado de la pobreza a más de mil personas de comunidades indígenas, al incrementar sus ingresos en 400 por ciento, mientras trabajan alrededor de cinco horas al día.
Estos son solo dos ejemplos de muchos más emprendimientos sociales exitosos en México, y pueden conocer más de ellos en la entrevista que le hice a Raúl de Anda a lo largo de dos episodios recientes de Ahora Futuro; México y el Mundo, el programa que conduzco y dirijo en ADN40.
También coincido con Raúl en que debe haber una buena mezcla entre no aceptar algunas condiciones que tenemos que cambiar y adaptarnos a las grandes tendencias mundiales. México es grande pero el mundo es mucho más grande. Debemos de aprovechar las grandes innovaciones tecnológicas y no buscar nadar contracorriente en temas como el uso y aprovechamiento de las energías renovables o la digitalización.
Hay que hacerle caso a la evidencia, pues como lo comentamos en la entrevista, en Dios confiamos, pero a todos los demás hay que exigirles evidencia y datos. Es decir que es necesario sustentar correctamente las decisiones importantes y no dejar, por ejemplo, las políticas públicas y la inversión pública en actos de fe.
Finalmente, hay que entender a los jóvenes que están apáticos y desencantados con la política. Coincido con Raúl en que hay que animarlos a cuestionar todo aquello que no les parece correcto y apoyarlos a cambiarlo; invitarlos a ser “rebeldes con causa” y recordar que para tener éxito en nuestras causas, es bueno apoyarnos en la innovación, la creatividad, el conocimiento y la cooperación.
Y es que emprender y hacer crecer una empresa tiene muchas trabas en Latinoamérica, pero el emprendimiento, sobre todo el social, es justo una de las mejores herramientas que tenemos para construir países más inclusivos, sustentables, solidarios y prósperos.
Debemos apoyar más a las y los emprendedores de México, con regulaciones más sencillas e impuestos que incentiven a la inversión; con trámites menos complicados y con un mayor financiamiento, entre otras medidas. Hacer esto es una manera muy poderosa de apoyar a quienes apuestan a construir un país y una región mejor.