La manera en la que nos reventó en la cara, de nueva cuenta, el Covid-19 en nuestra amada y querida Liga MX es brutal, ya que demuestra la fatiga pandémica que hay con nuestros jugadores, directivos y medios de comunicación.
Dejamos el tema por la paz cuando más se necesita concientizar sobre nuestra realidad en hospitales y en las calles. Sabíamos que el nivel de contagio invernal sería alto y más después de las fiestas y vacaciones de muchos, porque ahora será altísimo.
Ahí nos dimos cuenta que, con el Santos, hubo 40 positivos en toda la organización y que tristemente se suma la primera muerte en la industria de la Liga MX.
El fallecimiento del DT de Santos Femenil, Martín Pérez Padrón, se suma a la famosa fiesta, o reunión irresponsable del Cabecita Rodríguez el viernes pasado en un hotel de la CDMX, el contagio de José Juan Macías antes de iniciar el torneo y el culebrón que hoy vive Monterrey en todas sus categorías, lo que detonó un brote, del que apenas se estarán conociendo los resultados en el América mayor, Sub-20, Sub-17 y Necaxa Femenil, que fueron los más recientes rivales de los Rayados en todas las categorías.
Hoy, el ojo del huracán puede estar en el festejo de Rogelio Funes Mori , las declaraciones de Javier Aguirre o la batalla en un comunicado del América contra el Monterrey, pero va —a mi entender— una capa arriba, porque no sólo se trata de reprogramar los juegos en las hermosas oficinas de Toluca de la FMF, se trata de entender que —en el momento más trascendental de la pandemia— se aflojaron los protocolos; para muestra, el tour de típico político que tiene Mikel Arriola, como si su gestión al frente de la Liga se tratara de una gira para ganar votos.
Urge que el nuevo presidente de nuestra Liga tome el asunto con la seriedad necesaria para enfrentar la parte más dura de la pandemia, además de la reactivación económica y la capacidad de transparentar los recursos, para que se invite a nuevos anunciantes, socios comerciales, aliados estratégicos. Pero antes, hay que entender que la salud es lo más importante y, al parecer, no lo sabe Mikel.
¡Bienvenidos, bienvenidos! Al día en el que se solicita al presidente de la Liga tomar control de su puesto y dejar la campaña política.