Como los colores del equipo de sus amores, el Necaxa —porque Ricardo no es americanista—, Ricardo Peláez llega a la institución más amada del país, la del puro mexicano, la del orgullo nacional.
Justo donde jugara una final precisamente contra su Necaxa —con la playera de las Chivas—, Peláez Linares tomará la dirección deportiva en enero de 2020.
Deberá regresarle el protagonismo al Rebaño y entender que siempre habrá que estar en las Liguillas. Es así de simple. Se buscará ser sensato con lo que se quiere y proyecta, aprovechar los recursos que hay para por fin darle seguimiento a tantos futbolistas que se han quedado en el camino y que pintaban para ser figuras de la Selección.
La importancia de haber estado en América, reviviendo el ADN, y en muy poco tiempo con el Cruz Azul, demuestra que su preparación y capacidad es el perfil correcto para quitarle la depresión y la tremenda crisis que atraviesa el Guadalajara.
Lo malo es que todo esto se da en medio de un quinto torneo consecutivo sin clasificar; es decir, la peor racha sin Liguillas de todos los tiempos para las Chivas.
¡Bienvenidos, bienvenidos! A la Pelaezmanía rojiblanca.