Una temporada más, una ilusión más. Vimos a Brady con otro jersey y sentimos raro, vimos a Newton correr, anotar dos veces con los Pats y entender que el factor del Viejo Bill ( Belichick ) es el de siempre. Entendimos que, en la NFL , el nivel de exigencia es tremendo.
El nuevo estadio de los Rams es una joya que nos dejó a todos con la boca abierta en su presentación a puerta cerrada, en el primer domingo por la noche. Ahora entendemos por qué será la sede de la inauguración olímpica en 2028. Una locura.
Lo único que no cambió fueron las malas decisiones de los coachs de los Cowboys de Dallas , ahora comandados por Mike McCarthy , en sustitución de Jason Garrett , quien traumatizó a los aficionados del equipo más popular de este deporte, el cual dejó de ser el más grande por sus 24 años sin jugar un Super Bowl ... Vamos, sin llegar a la final de la Conferencia Nacional .
Puedes leer: "Steelers vencen a los Giants en el regreso de Ben Roethlisberger"
Un equipo que edificó su grandeza en los primeros 28 años de la NFL y que, con el paso de tantos estilos, no ha logrado que Jerry Jones festeje de nuevo un campeonato, desde los tiempos de Jimmy Johnson o Barry Switzer , quien fue el último head coach con el que lograron ganar un SB.
Tienen un róster que promete ser contendiente y la actual será una temporada clave para el futuro de Dak Prescot , así es que no le queda de otra a McCarthy que entender que la franquicia que más pesa es la de Dallas .
¡Bienvenidos, bienvenidos! A la eterna normalidad de los últimos 25 años de la gran Estrella Solitaria .
@EnriqueVonBeas