El Barcelona en el abismo, los Dodgers en la resignación. Los Tigres en el caonismo muy enojados por su presente. Pero bueno, han sido días muy movidos y de resultados muy complejos de digerir. Me gustaría abarcar estos cinco puntos para tratar de contextualizar brevemente la agenda deportiva.
Empecemos por el poder mediático y la típica estrategia del Rebaño en comunicar mientras juegan otros, sus malestares. La salida de Cadena, que era un atril cantado que se eclipsa con la llegada de Fernando Hierro al frente de las Chivas para armar un proyecto integral que deberá ser muy atractivo para el chivahermano. Me explico: si para el siguiente torneo, el Guadalajara no llega con un equipo reforzado, de nada servirá la pomposa llegada de un tipo que hizo cosas interesantes en la selección de España y en el Málaga.
Pasemos al que roba los reflectores en la cancha, el América de Fernando Ortiz, este tremendo equipo que juega de forma muy vistosa y poderosa en la cancha. Le quedan cuatro juegos para cumplir el reto de un torneo inolvidable, y para eso tendrá que meterle todo el punch contra unos de sus demonios, el Diablo. Su parada en el infierno, donde los han eliminado seis veces, será una gran oportunidad para levantar aún más las altas expectativas de hacer un equipo de época.
Pasemos a lo de Miguel Herrera. Veo que la campaña mediática del regio periodismo está que arde, no se quieren reconocer los tiempos del antes y del después, su equipo de época se hizo viejo y ahí hay un debate para sanar hasta donde se puede ir de la mano del mejor jugador de los últimos 10 años en la Liga MX.
Ahora nos detenemos en la ciudad condal, donde Xavi Hernández puede ser víctima de sus palabras. Un ícono de la institución que regresó como DT a tratar de levantar el proyecto más complejo de su historia: la era post Messi, que además, ante las grandes inversiones de los equiposingleses y el Real Madrid, han hipotecado al club y los resultados no han dado la confianza necesaria.
Y cierro con el equipo de las 111 victorias, los Dodgers que triunfaron en el 70% de los juegos ante los Padres de San Diego, que ganaron los buenos y ahí queda exhibida de nueva cuenta la sabermetría de Dave Roberts, quien echó a perder una oportunidad más para generar una dinastía en las Grandes Ligas. ¡Bienvenidos, bienvenidos! A los días de las historias, las Chivas de Hierro y las águilas en el infierno.
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