Sé que saldrán al quite todos los criollos peninsulares mexicanos aventando hate, pero saben que —en este espacio— las cosas se escriben como son.
No le demos más vueltas al asunto, la Liga en España vive momentos complicados, con poco espectáculo y carencia de proyectos que compitan en la élite de los poderosos. Al parecer, el 8-2 del Bayern al Barcelona no fue un accidente, sino la diferencia que hay entre los tres grandes ibéricos y los cinco mejores clubes del mundo ( Bayern Munich, PSG, Liverpool, Manchester City y Juventus ).
Las formas del Real Madrid, el Atlético de Madrid y el Barcelona carecen de buen futbol. Ayer, el golpeado cuadro merengue apenas pudo contra el Atalanta, jugando con uno más desde el minuto 17. En la transmisión de La Octava Sports, le comentaba a Gerardo Velázquez de León, Gustavo Calderón y José Daniel Sánchez sobre la pobreza del mediocampo más dominante en el lustro previo a Rusia 2018 con Casemiro, Modric y Kroos.
Pero lo del martes fue aún más vergonzoso, por las formas en las que el Cholismo se quiere despedir del mundo colchonero. Absurdo que el líder de La Liga le cediera tanto la iniciativa al Chelsea, que apenas se está reinventando, cuando —además— en la cancha las figuras mediáticas estaban de rojo y blanco.
Me puedo seguir con lo ocurrido con el poderoso tridente culé; a todas luces, se hicieron viejos los estilos y por eso el PSG, sin Neymar ni Di María, le pasó por encima.
Urge detenerse y no dejar que la inercia nos lleve a la fácil; creer que sólo es un cambio generacional sería absurdo. La salida de CR7 le quitó mucho brillo, pero hoy, los mejores DT’s y estilos de juego no están en España y tendrían que luchar para que las ideas de vanguardia regresen, antes de que pierdan todo. Esto apunta a que la estafeta de los mejores proyectos futbolísticos regresará a Inglaterra.
¡Bienvenidos, bienvenidos! A los octavos de final de la Champions League, donde se ve la caída libre de la Liga española.
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