Tremenda estupidez. Después de un fracaso más del Rebaño Sagrado, algunos millennials salieron a escribir y analizar tarugadas sobre que no alcanza con puro mexicano para competir contra las grandes figuras extranjeras que militan en México.
Ayer, en Reacción en Cadena, Luis Castillo cayó en el juego de los influencers que analizan como si el futbol se jugara en una consola, para decir que la malaria del chiverío es que no juega con extranjeros.
El error no es de directivos que se enriquecen con sus refuerzos erróneos, un dueño con poco o nulo conocimiento de la industria, un DT obsoleto y futbolistas más fiesteros que profesionales, con poco carácter y que se ven rebasados con los reflectores que dan las Chivas. La razón es muy sencilla: Estas nuevas generaciones viven creyendo que, como pasaron al club que crearon en un videojuego a Raúl González al América o a Alessandro del Piero al Cruz Azul, hay mejores extranjeros que mexicanos en la Liga MX.
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Juro que no es una postura retrógrada, sino de un análisis profundo, en el que —quitando a los cinco mejores foráneos (Cardozo, Reinoso, Aguinaga, Gignac y Marín)— hay paridad.
El reto y la grandeza de Chivas está en sus fuerzas básicas , en la gestión de que los futbolistas mexicanos se maten por el proyecto. Ahí les pregunto: ¿Son mejores Leo Suárez y Leo Fernández que Antuna y Alexis Vega?, ¿Fidalgo que el Nene Beltrán?, ¿Funes Mori que JJ Macías (no el que ya se siente en Europa)?, ¿Pablo Aguilar o Bruno Valdez que Sepúlveda? La verdad es que no. El nivel es parejo.
Hay muchos motivos para entender la crisis de Chivas y no pasa por el nivel del jugador mexicano. Que no se malinterprete, si se jugara en la Liga francesa, alemana, española, italiana o inglesa con puro mexicano, la cosa sí cambiaría mucho.
No es equiparable el Bilbao, cuando enfrenta a los mejores del mundo. El nivel de los extranjeros que militan acá es muy similar, es el mismo que el de los mexicanos; de ahí que el tema de la gestión es importantísimo.
Es el reto de Chivas. Por eso, salir con la mamarrachada de que Chivas no compite por jugar con puros mexicanos es tan absurdo que seguir pensando que por jugar videojuegos y ser influyente con los jóvenes de 14 años de edad o más chicos ya se sabe de esto.
Para eso, hay un ejercicio multidisciplinario que hoy ayudaría a entenderlo, más allá del poder en el Guadalajara para competir mejor. Y justo la fórmula no es llevando a extranjeros a jugar al equipo más amado de México, gracias a sus tradiciones y grandeza forjada en los 115 años de historia.
¡Bienvenidos, bienvenidos! A otro fracaso más de las Chivas, por el que los nuevos celebrities piden que jueguen con extranjeros.
@EnriqueVonBeas