Agradecido por un fin de semana con mucha energía beisbolera. Estuve en Monclova para disfrutar del Juego de Estrellas . No conocía Monclova y, además de darme cuenta de que es una ciudad con gente altamente trabajadora, ha generado un estadio con mucho sabor, con una experiencia culinaria muy completa y muy accesible en precios.
Una franquicia que empieza a ganar más protagonismo después del título de 2019, así como un dueño serio que brindó una gran hospitalidad y un mejor evento, tanto en el diamante al terminar el juego (que fue dramático y muy emocionante, definido por un cuadrangular con casa llena para dejar tendida a la novena de la Zona Sur), como fuera al montar un espectáculo de drones y fuegos artificiales digno de cualquier evento.
Después de convivir unos días con la familia del beisbol mexicano, me queda claro que ha entendido mejor los tiempos que corren, las exigencias que se necesitan. Conozco lo que se vive desde la inauguración del mejor parque de pelota de nuestro país, el Harp Helú , que suma aficionados de la gran ciudad; el Palacio Sultán, con la siempre frenética afición regia; los estadios Beto Avila en Cancún y Veracruz, la casa de los melenudos de Yucatán, el Hermanos Serdán de los Pericos, así como el recinto Panamericano, que no termina de conectar en Guadalajara.
Y me queda claro que debemos darnos la oportunidad de ir más a nuestro beisbol. Hay un nivel muy competitivo y que impregna un sabor muy familiar, muy de amigos. Sin duda, falta mucho trabajo por delante, afianzar la expansión, consolidar el espectáculo y la comunicación para seguir abriendo espacios en los medios tradicionales y de redes sociales, para seguir gozando del Rey de los Deportes en nuestro país, uno de los más beisboleros, con más exportación y con una afición que, se siente y se nota, va en franco crecimiento.
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Vayan al beisbol . Disfruten de las 18 plazas que hay por todo lo largo y ancho del país. Les garantizo que varios regresarán, agarrarán afición y podrán disfrutar de un deporte que se estacionó en otra era del humano, con más calma, sin prisa, en donde cada lanzamiento, cada turno al bat, cada fildeo, entregan una oportunidad de cambiar el rumbo de un marcador.
Lo puse en mis redes sociales, lo dije en la transmisión radiofónica del Juego de las Estrellas, desde el “Horno más grande de México”: ¡Viva el beisbol mexicano!
¡Bienvenidos, bienvenidos! Al Rey de los Deportes.
@EnriqueVonBeas
