Una de las razones que se exponían para justificar el repechaje y clasificar al 66.6% de los equipos a la fase final era que existe paridad entre los lugares 7 y 14, en los que siempre hay entre tres y seis puntos de diferencia. Una equidad que —en la cancha— deja abiertas muchas oportunidades.
También parte de ese pensamiento es que los primeros tres lugares suelen ser campeones, así que armar una parranda antes no afecta mucho al resultado. Se justifica así, ya que las probabilidades de que el duodécimo lugar sea campeón son nulas.
Pero ¿qué tan parejo es este repechaje? Chequemos.
Monterrey vs Puebla es un duelo muy cargado, donde sólo una sorpresa eliminaría a los Rayados. El Tigres vs Toluca, misma historia: una desgracia o una Tucada provocarían un resultado a favor del Diablo. Dos juegos en los que sólo el exceso de confianza, en el que suelen caer los regios, los dejaría fuera.
Los otros dos duelos son bastante parejos y más con el tema de las lesiones e indisciplinas de Chivas, que saldrán a jugar con una delantera que no tiene más de 200 minutos sumados en la campaña, entre Oribe, Cisneros y el Chelo Zaldívar. Vuce tendrá que hacer magia para incomodar al equipo más enrachado, que perdió cinco juegos seguidos de la J-7 a la 11 y que desde la 12 no pierde, con un empate y cinco triunfos seguidos. Así que a temblar el Rebaño.
LEER MÁS:
De ahí llega la serie más pareja, con los mismos puntos y hasta con la misma diferencia de goles, pero gracias a la goleada al Mazatlán en la última fecha, Santos logró jugar en casa contra los Tuzos. Justo esto demuestra lo que solía pasar en nuestra Liga cuando existía el repechaje: los lugares 9 y 10 están al nivel de la competencia en general.
En pocas palabras, se pudo haber rescatado esa instancia de 10 clasificados, ya que los juegos del domingo seguro serán trámites para poner a Monterrey y Tigres en cuartos, mientras los otros dos serán muy cerrados.
¡Bienvenidos, bienvenidos! Al nuevo formato de nuestra amada Liga MX, con un ¿repechaje disparejo?
