Título mamador, de esos que venden, pero que engañan. Lo que es cierto es que ayer un mexicano, el querido y tremendo futbolista (menos para Gennaro Gattuso), Hirving Lozano es el primer mexicano que levanta la Copa de Italia, lo presumió en sus redes cargando de forma individual el trofeo, además se viralizó la foto con Llorente, donde los dos salen gozando del momento, con la fría realidad de los pocos minutos jugados.
Seamos serios y entendamos una cosa, cuando un mexicano es campeón en cualquier Liga europea sin ser titular es nota y da gusto, pero en este caso en específico no, y es por la simple y sencilla razón de que entendemos que el jugador, con el técnico Gattuso no ha tenido ni de cerca las oportunidades para mostrar el talento que vio el club para invertir más que con otro jugador de la franquicia, así que créanme que esto no es un cuento mareador.
También sé que la mayoría que me lee no ha visto los juegos de este equipo, pero también les puedo decir que al menos en dos momentos mediáticos del Nápoli en un juegazo contra la Juve, recién desempacado en Italia el mexicano o el triunfo en Champions ante el campeón vigente europeo, el famosos Chuky jugó tremendos minutos que demostraban la decisión de Carleto Ancelotti.
Por eso y reconociendo que Hirving no tiene las características que busca el férreo y siempre leñador en la cancha de Gennaro Gattuso, es a todas luces una injusticia que no tenga al menos minutos de cambio y pasó en la semifinal ante el Inter y la final contra la Juve, que en los 90 minutos fueron muy trabados y que prefirió a Politano que a Lozano, mensaje claro de que no le gusta la actitud y estilo del mexicano. Ojalá lo puedan mover pronto con la dura tarea de no perderle a la inversión que ni siquiera tendrá muchos minutos para mostrarse y revaluar su carta para migrar del Nápoli.
¡Bienvenidos, bienvenidos! A la historia del primer mexicano campeón de Italia.