Me han dicho hasta el cansancio que el Ame es el único grande. Han querido meter esa narrativa a chaleco. Que todos los equipos le juegan a muerte siempre. El más amado, el más odiado.
Muchas de estas ilusiones mediáticas han permeado con tal fuerza en su aficionados que los han hecho creer que siempre de los siempres pelean por el título, aunque ya sabemos que en la Liga MX no existe algún equipo hegemónico y que, como lo he escrito en este espacio, los últimos siete títulos han sido de siete equipos distintos.
Debemos detenernos un poco para desglosar el proyecto del América, sin esta parafernalia y campaña constantes para engrandecer a un equipo normal, que tiene un solo título más que las Chivas.
La llegada de Santiago Solari les dio un doble liderato, uno muy cómodo. Pero en los cuartos de final fueron expuestos hasta por un odiado rival y que llegaba a la Fiesta Grande en el undécimo puesto. Sin embargo, los eliminó.
Como en el América están tan inmersos en esta cantaleta, provocaron una bomba de tiempo para este torneo, que explotó con la mala racha de Solari: un solo triunfo en 14 juegos y sin ganar ya en el Estadio Azteca.
El problema es que, más allá de Santiago y de incluso el otro Santiago (Baños ), hoy el Club América no tiene una definición clara hacia dónde quiere ir.
Las incógnitas son muchas y se responden entendiendo quién es la máxima figura del equipo después de Emilio. Un hombre de toda la confianza de la familia, un abogado y responsable jurídico de Televisa, jefe de staff y fanático, hoy es uno de los principales responsables de tener perdido al americanismo.
El ADN de este equipo, los grandes ganadores que pulieron a esta institución, están alejados. No hay identidad y, cuando se pierde eso, cuesta regresar.
Vendrán horas complejas, de las que hace un rato no le pegan al Club América ; insisto, más allá del trillado verso de que siempre hay que campeonar, que son el único grande y esas payasadas de un club que ha ganando un título en cada nueve torneos en promedio, tratará de recomponer el camino.
¡Bienvenidos, bienvenidos! Al otro América , que casi nunca suele comentarse y que hoy —más que nunca— debe ponerse a trabajar y Emilio a reinventar, más allá de su hombre de confianza, si quiere retomar el protagonismo.
@EnriqueVonBeas