Sí, como canta el hincha, el aficionado, el de a pie que va y se envuelve en la bandera, se pinta los colores, se entrega en alma, cuerpo por su equipo a la tribunas. No hablo del barra brava , escribo del que ama la gambeta, la definición, el pie educado, la barrida dramática, el esfuerzo y reconoce o abuchea el sudor de algo que no puede ser más que pura pasión, un juego envuelto en tu emoción.
Regresa la gente a las tribunas en Aguascalientes y Mazatlán en un 30% y habrá que meterle mucho hielo y conocimiento a esto. Seamos francos y realistas, entendamos los momentos, hay posturas muy radicales y vidas que se pierden todos los días, por eso caminar en la nueva normalidad es un acto de suerte, un destino en los dados de un tablero que sigue buscando los mejores frentes.
La respuesta más sintomática es la del cuidado personal. Si eres vulnerable o tienes entornos así compórtate a la altura. Si eres un ciudadano de bajo riesgo sé responsable en el estadio como en el súper mercado. Dejemos de victimizar al gobierno, de politizar todas nuestras historias. Vivimos la pandemia de nuestra generación, el reto más grande de nuestros días, por eso seguir responsabilizando a un tercero de nuestra vida debería ser una de las grandes prohibiciones de los tiempos que vivimos.
En pocas letras, seamos conscientes con el entorno, de ahí que vengan las emociones y los que vayan a volver a un estadio de futbol, de beisbol o del evento masivo que sea, entiendan que son momentos como todos los días de cumplir las reglas para el bien de tod@s.
¡Bienvenidos, bienvenidos! Al día que regresa el aficionado a los estadios de nuestra amada Liga MX.