Llevo años entendiendo, desde distintas ópticas y roles, que el es el partido más esperado de cada torneo, no sólo en cuanto a volumen de aficionados, sino en pasión y negocio.

Es un juego tan poderoso que ha sido un acierto absoluto volver a hacer los esfuerzos necesarios para elevar el nivel de contenidos y la conversación que se genera.

Antes, eran los tiempos del Loco Valdés contra Sergio Corona y la idea misma de cómo Televisa hacía contenidos con el Clásico.

Es cierto, siempre se recordarán los grandes juegos, las finales (recuerden que siempre nos han querido vender una sola final entre estos equipos, y se han jugado cinco oficiales), las grandes broncas y los contenidos que se saben de memoria los fanáticos.

Pero, a partir de ahí, hay que construir nuevas ideas y ejecuciones para que el mismo jugador sepa que no es una semana igual, que debe reinventarse y no salir a declarar lo mismo.

Ojalá que en la cancha hierva la sangre y podamos ver un juego intenso. Le urgía a esta rivalidad tener a Chivas compitiendo. Sabemos que, desde 2017, no lo hace contra el odiado rival.

Así que queda gozar las horas previas y el partido, así como el cobro de apuestas.

Ojalá entiendan que parte del respeto es no cambiar las playeras, si hay derrotas o malos resultados, y que no se repita el error (la cag..., como diría el Maestro Carlos Reinoso) o —como digo yo— la estafa maestra del Clásico, cuando Oribe Peralta fue vendido del América a las Chivas, para seguir amarrando nuevas generaciones que disfruten de esta gran pasión.

¡Bienvenidos, bienvenidos! Al que siempre ha sido y será #ElClásicoDeMéxico.

@EnriqueVonBeas

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