La verdad es que no voy a escribir de la viralizacion del baile de Jimmy con su hija que se ha convertido en todo un movimiento.
Tampoco de que un colega llore en su narración por hacerle un gol a Panamá con el mensaje de que a todo un país nos hacía falta un triunfo así por todo lo malo que hemos vivido tanto deportivamente como socialmente. Tampoco me voy a enganchar con los traumas de todos los colegas tóxicos que fueron expuestos en un video oficial en las redes sociales de la nueva FMF.
No quiero darle mucho juego o debate tan polarizado de la materia prima de nuestro amado equipo verde, al saber que pueden jugar mejor, el debate debe ser qué viene y cómo salir de la crisis.
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En pocas palabras, ni festejar por ganar una Copa Oro diezmada y con selecciones alternativas y en mal momento, ni minimizar levantar una Copa que debes hacerlo casi siempre y más por el contexto que se vive en estos momentos con tanto empuje en todas las áreas de nuestro futbol organizado.
Debemos entender, y ya le toca a la nueva FMF ser precisos y transparentes como han dicho, para que empiece ahora sí el nuevo organigrama y entender la nuevas funciones de un proyecto que se vende integral, que se dice que será muy agresivo para tener un Mundial en casa y un Mundial del Centenario de las Copas del Mundo con francas aspiraciones de ser protagonistas. Pero es momento de ser congruentes, de ser muy cautos y no exagerar con el #LamborJimmy.
Y ojalá no lo sigan poniendo los colegas a bailar. ¡Bienvenidos, bienvenidos! A los días donde nos acordamos que Mexico debe ganar siempre los títulos que juegue en la Concacaf al menos como objetivo básico.
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