El título de esta entrega corresponde al título de la obra de teatro del escritor noruego Henrik Ibsen publicada en 1882, estrenada en Oslo en 1883 y posteriormente en otras ciudades de Europa y América. Actualmente se presenta en el teatro Circle in the Square de Broadway en Nueva York, con la sobresaliente actuación de Jeremy Strong como actor principal.
La obra es la historia de un médico-científico, el Dr. Thomas Stockmann de firmes principios, quien descubre que el balneario del pueblo, “corazón palpitante de la comunidad” y la fuente principal de sus ingresos, se encuentra fuertemente contaminado por bacterias que son la causa de enfermedades que ponen en peligro la salud y vida de sus habitantes, por lo que de inmediato se propone informar de su descubrimiento a la población para prevenirla, a través del periódico principal, “La Voz del Pueblo”.
Un dique de intereses económicos y políticos se levanta para detenerlo y evitar que se conozca la verdad como primer paso para arreglar el problema. La contención está encabezada por su propio hermano, el alcalde Pedro Stockmann, quien convence al diario de no publicar el reporte del Dr Thomas, ya que según él: “Las iniciativas particulares deben supeditarse al interés general, o mejor dicho a las autoridades pues para tal fin han sido designadas”. Y agrega que “el público no debe saber una sola palabra de la cuestión”.
El médico lo increpa con esta pregunta: “¿no es obligación de todo ciudadano dar a conocer al pueblo las ideas nuevas?” Y el alcalde le responde: “¡Bah! El pueblo no necesita ideas nuevas. El pueblo está mejor servido con las ideas viejas y buenas que le son familiares ya”
Durante la discusión sobre si debe darse a conocer o no al pueblo el informe del Dr. Thomas, éste se percata de la presencia de otra enfermedad que estima peor que la infección bacteriana del balneario: “he descubierto que la base de nuestra vida moral está completamente podrida, que la base de nuestra sociedad está corrompida por la mentira”.
Finalmente la asamblea convocada para dirimir esta controversia entre la ciencia y la salud por un lado y el poder político por el otro, “declara que El Dr Stockmann médico del balneario, debe ser considerado como un enemigo del pueblo”. Hasta aquí la obra de Ibsen.
Recientemente se dio a conocer el “Informe de la Comisión Independiente de Investigación sobre la Pandemia del covid-19 en México, Aprender para no repetir”. ¿Cómo se desarrolló?, ¿Qué se hizo bien y mal para enfrentarla? y ¿hasta qué punto las decisiones de gobierno fueron un factor crítico decisivo en el resultado final de la pandemia?, son algunas de las preguntas que explican la importancia de contar con este ejercicio realizado también en otros países como Australia, Brasil, Chile, Italia, Noruega, Nueva Zelandia, Reino Unido, Suecia y la Unión Europea. El informe mexicano fue coordinado por el Dr Jaime Sepúlveda con la participación, de Sergio Aguayo, Julio Frenk, Julia Carabias y José Ramón Cossío entre otros integrantes de la comisión, además de un equipo de investigación.
Una de las principales conclusiones del informe es que una gran proporción de las muertes producidas por el covid-19, esto es, 300,000 defunciones, fueron muertes evitables si México hubiera tenido un desempeño distinto al que encabezó Hugo López Gatell, encargado de administrar la pandemia. Los decesos entre el personal de salud que atendió la pandemia ascendieron a 5,800 y el universo de niñas y niños en orfandad es de 215,000. En otras palabras, pudo ser diferente, el país no estaba condenado a padecer tal grado de sufrimiento y mortandad, señala el reporte.
Una vez que fue dado a conocer, desde el podio de su mañanera, el presidente AMLO calificó el informe como “pasquín inmundo” y dijo que sus autores debían estar avergonzados de su texto.
A escasos tres días de las elecciones más definitorias del México que queremos las y los mexicanos en el presente y futuro próximo, sería importante contestar a la pregunta, en términos de la obra de Ibsen: ¿Quién ES EL ENEMIGO DEL PUEBLO?
Docente/investigador de la UNAM