A su profesión de médico epidemiólogo e internista y subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, ahora habría que agregar el título de politólogo al Dr. Hugo López-Gatell, al habernos sorprendido con una novedosa teoría sobre el golpe de Estado, hasta ahora desconocida.
La elocuente teoría fue enunciada en espacio oficial (canales 22, 11 y TV UNAM) durante el programa “El Chamuco TV” con motivo de una entrevista en la que se le preguntó sobre el desabasto de medicamentos oncológicos para los niños con cáncer, y respondió: “Aquí me gustaría hacer, aprovechar para hacer una especie de alerta o por lo menos que quede registrado: este tipo de generación de narrativas de golpe, a veces se ha conectado en Latinoamérica, en la historia de Latinoamérica, con golpe golpe, golpe de Estado, y de esa idea de los niños con cáncer que no tienen medicamentos, cada vez lo vemos más posicionado, más como una campaña más allá del país, de los grupos de derecha internacionales que están buscando esta ola de simpatía de la ciudadanía mexicana, ya con una visión casi golpista”. Agregó que se trata siempre de las mismas 20 personas en las manifestaciones y toma del aeropuerto, de “grupos fabricados, desconozco si están bajo una nómina o el tipo de prebenda que les dan”.
Si entendimos bien el embrollo lingüístico del vocero sobre el covid, nos debe quedar claro que: 1) es una mentira lo del desabasto de medicamentos oncológicos para los niños con cáncer; 2) se trata de una campaña convertida en una “narrativa” de golpe de Estado; 3) fabricada por un grupo de 20 personas de la derecha internacional y 4) financiados para generar un clima de desestabilización social.
Para quienes habíamos aprendido de la Historia los casos de golpes como el de Napoleón Bonaparte el 18 de Brumario; el de Mussolini con la Marcha sobre Roma en 1922; del fallido “Putsch de la Cervecería” de Adolfo Hitler en Munich en 1923; el de Primo de Rivera en España en 1923, el golpe disfrazado de legalidad de Huerta a Francisco I. Madero en 1913, y ya más cercanos el de Pinochet a Salvador Allende en Chile en 1973 y el de Videla en Argentina en 1976, nos quedaba claro que un coup d´État es la toma del poder político en forma repentina, ilegal y violenta generalmente realizado por militares o con apoyo de grupos armados.
Es probable que López-Gatell tenga en mente la Técnica del colpo di Stato de Curzio Malaparte, publicado en 1930, en la que amplía el concepto histórico anterior, para incluir no sólo al elemento militar, sino también a poderes civiles que generen un clima de caos social que haga caer al gobierno. Técnica que también suscribe Samuel Finer en The Man on Horseback, The role of the military in politics (Penguin Books, 1976) para provocar reclamos al gobierno en forma de extorsión ilegítima.
Lo novedoso de la teoría golpista de López-Gattell consiste en creer que un grupo de 20 madres y padres de familia que demandan medicamentos contra el cáncer de sus hijos, tienen la capacidad de generar una desestabilización social de tal magnitud que haga caer al gobierno del presidente AMLO legitimado con más de 30 millones de votos. Ese sí que es un componente original e inédito de la teoría golpista que debiera patentar su autor, amén de la gran irresponsabilidad de un epidemiólogo que debe promover la salud, convertido en politólogo con un tema tan delicado y sensible.
El Presidente desmintió y contradijo a su subsecretario. En la mañanera siguiente declaró: “Tienen los padres de niños todo el derecho a exigir, a demandar, a manifestarse” sin estimar que esas exigencias puedan generarle un golpe de Estado. Lástima que una teoría tan novedosa haya tenido tan poca vigencia. Minutos después de la corrección presidencial su autor debió recular y aceptar que “los padres o madres o familiares de niños con cáncer tienen una legítima razón para tener esas preocupaciones, es absolutamente legítimo”.
Docente/investigador por la UNAM