El 31 de diciembre de 2019 las autoridades de salud de la ciudad de Wuhan en China decidieron enviar un reporte a la Organización Mundial de la Salud debido a un número inusual de casos de neumonía. Las sospechas de una nueva mutación de un virus empezaron a generar alarma. Al día siguiente, el primer día de este año, el mercado de alimentos de Wuhan fue cerrado bajo la sospecha de que los animales de ahí pudieron haber causado el posible brote. El 7 de enero, el virus fue identificado como un nuevo coronavirus y cuatro días después ocurrió la primera muerte.

A partir de ahí, el esparcimiento del coronavirus ha sido imparable. Para el 16 de enero ya se había reportado un caso en Japón, el 21 del mismo mes el primer caso en Estados Unidos y hace unos días se confirmaron los primeros casos en México. Aún así, los países más afectados han sido China, Japón, Corea del Sur, Italia e Irán. Aunque parece que la tendencia indica que el virus seguirá esparciéndose, es importante subrayar que este tipo de virus suelen reaccionar distinto en climas más calurosos. Aunque pronto para saberlo, si este coronavirus siguiera ese patrón, la llegada de la temporada de calor podría beneficiar a México.

¿Por qué ha causado tanta alarma el coronavirus? Cuando los virus mutan generalmente lo hacen de dos formas distintas: virus con niveles altos de mortalidad pero que suelen ser muy bajos en el nivel de contagio, justamente porque afectan tan fulminantemente al organismo que no dan tiempo de contagiar. Y por otra parte los virus que son altamente contagiables pero que tienen índices de mortalidad muy bajos y suelen afectar a gente mayor o con condiciones de salud endebles. El coronavirus es de ese segundo tipo de virus , altamente contagiable pero con índices de mortalidad muy bajos, de alrededor del 2% e incluso probablemente menor dada la cantidad de casos que seguramente no han sido reportados.

En principio esto es una buena noticia porque significa que la mayoría de los seres humanos contagiados van a recuperarse. Sin embargo, el mismo hecho que podría causar tranquilidad es justamente lo que más preocupa a las autoridades de salud. ¿Por qué?Porque el alto nivel de contagio que presenta el virus significa que aunque el porcentaje de mortalidad sea mucho menor que la de otros brotes, en números absolutos es muy probable que el coronavirus acabe con la vida de una cantidad muy alta de personas.

Para entenderlo mejor hay que compararlo con otro coronavirus. En 2002 el SARS apareció en China y causó conmoción global. Sin embargo, el SARS actuaba en el organismo de manera contraria al coronavirus actual, el contagio era bajo pero la mortalidad alta. Uno de cada diez infectados con SARS falleció a causa de la enfermedad, un total de alrededor de 774 personas. El coronavirus actual es menos peligroso para el organismo, pero en tan solo dos meses ya ha acabado con más vidas que el SARS. ¿Por qué? Simplemente por la cantidad de contagios: el SARS contagió a alrededor de 8 mil personas, el coronavirus ya lleva más de 80 mil. Lo demás es matemática simple: 2% de 80 mil, es más que 10% de 8 mil en números absolutos.

Justamente como el contagio es tan fácil, Marc Lipsitch , un epidemiólogo de Harvard ha calculado que entre el 40% y el 70% de la población mundial será infectada del coronavirus en el transcurso del año. Si estos cálculos fueran ciertos y el índice de mortalidad se mantuviera alrededor del 2% estaríamos hablando de una de las epidemias más devastadoras de los últimos tiempos. Eso es lo que preocupa a la Organización Mundial de la Salud.

Sin embargo, es importante señalar que este no es el único escenario posible, y existen muchas variables que pueden hacer que los números empiezan a estabilizarse y a bajar, como ya lo han hecho en China. Es probable que conforme pasen los meses y llegue el verano, los índices de mortalidad empiezan a disminuir y esto, aunado a tratamientos médicos más eficaces que ya están probándose en Japón, Estados Unidos, China y otros países, podría disminuir el efecto de este brote.

El coronavirus no debe ser razón de pánico, pero sí de precaución. Las afectaciones del coronavirus se pueden entender en dos planos distintos: globalmente seguro tendrá un impacto importante en la salud y economía mundial. A nivel individual, un estudio de la BBC indica que los riesgos son bajos en individuos sanos y que la gran mayoría de los contagiados con coronavirus se recuperarán. El pánico no sirve de nada, seguir las sugerencias de autoridades internacionales de salud, sí.

Analista político

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