De manera contundente y sin cortapisas, el presidente López Obrador hizo ayer un llamado a la integración económica norteamericana, “ante la expansión productiva y comercial de China”. El presidente mexicano expresó su preocupación por el ensanchamiento de la brecha comercial que existe entre China y los miembros del T-MEC ya que mientras estos últimos representan el 13% del mercado mundial, China domina el 14.4%. Asimismo, pronóstico que de mantenerse la tendencia de la última década, para el 2051, China tendría el dominio del 42% del mercado mundial, mientras que Estados Unidos, México y Canadá permanecería con el 12%.

Este sorpresivo cordón sanitario por parte del gobierno mexicano al gobierno chino constituye un freno a su ambición de ampliar su “asociación estratégica” con el país y con la región. La molestia estadunidense por la abierta cercanía del gobierno mexicano con el gobierno chino se explica en buena medida no solo por razones comerciales, sino políticas.

La administración Biden ha mantenido aranceles y tarifas a los productos chinos, ha sido enfático en denunciar los abusos en materia de derechos humanos de ese país y ha expresado su abierto apoyo a un Taiwán independiente e incluso, señaló que estaría dispuesto a intervenir si China decidiera lanzar un ataque a su territorio. Por otro lado, el Canciller Marcelo Ebrard no solo a inicios de año pactaría con el ministro de Relaciones Exteriores y Consejero de Estado de la República Popular China, Wang Yi la adquisición de millones de vacunas CanSino, sino que le ofrecería un espacio protagónico en la CELAC, como lo fue con el “Foro de cooperación China-CELAC sobre tecnología digital para el combate a la Covid-19”, organizado por la presidencia de la CELAC, donde participó el viceministro del Ministerio de Industria y Tecnología de Información de China, Wang Zhjun y desde luego, el mensaje del presidente Xi Jinping por videoconferencia, quien fue el único presidente ajeno a la región en ofrecer un discurso. La CELAC hasta el momento, habría sido la apuesta del Canciller mexicano para la sustitución de la OEA.

El avance de China es uno de los pocos temas que logra respaldo tanto de republicanos como de demócratas, lo que sin duda representó un saldo positivo para el presidente López Obrador que en menos de un mes, ha viajado dos veces a EEUU y le ha permitido de momento pasar del aislacionismo hacia un mayor protagonismo.

Internacionalista y asociado COMEX

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