El amor es una cosa esplendorosa, no cabe duda, las mariposas en el estómago, la visión color de rosa, el principio de toda relación es lo máximo y, que mejor para celebrarlo que 24 hrs. enteras. Como prácticamente todos los años -galán o no- el día de San Valentín paso sin más ni menos. Para muchos es motivo de sorpresas, flores, ositos y chocolates carísimos, cena a la luz de las velas, expresiones de amor y amistad por el estilo. Luego están aquellos para quienes el día no es más que un amargue y una burla por aquello de que enamorarse es de tontos. Al final pero no por último están los que traen el corazón roto llorando y sufriendo todo el día. Ay, San Valentín! Si tu supieras. He experimentado todas las facetas. Esta costumbre cristiana que celebra amor, amistad, similares y anexos data del siglo V y se relaciona con dos santos de nombre Valentín, uno de los cuales fue decapitado por sus creencias al respecto. En el siglo XIX aparecen corazones, cupidos y todo lo kitsch. Hoy en día el bombardeo de amor aparece en todos los medios, el ligue es por internet y, la cosa es complicada. ¿En qué momento cambio al WhatsApp? ¿Qué color de emoji para el corazón? ¿A los cuantos días debo considerarme oficialmente ghosted? Preguntas, algunas básicas, para las cuales existen manuales enteros de instrucciones, reglas y tips como si fuera juego de mesa.
Freud se preguntaba que quieren las mujeres. ¿Yo me pregunto qué quieren los hombres. Sera verdad que nada mas sexo? Y esto no lo digo yo, lo dicen ellos, los estudios, los expertos, etc. Aparentemente es inevitable. Debe ser horrible. Como cuando se tiene un crush y la falta de razón nubla el pensamiento. Pero soy mujer y nunca lo sabre. Jamás. Boy George se hizo famoso e inofensivo cuando dijo preferir una taza de te a tener sexo y es que, con la oferta a mi alrededor y un poco de imaginación me horrorizo, y también prefiero el té. Y que quede claro: El sexo es muy divertido pero existen en la vida otras actividades. A lo que voy es que ha estas alturas de la vida la idea de encontrar a alguien quien personifique todas las necesidades físicas y emocionales que necesito es prácticamente imposible. No me interesan six-packs ni hombres que se cuiden más que yo. Mis estándares han bajado y ahora me conformo con pelo y sin panza -o viceversa. Además, verbo mata carita.
No todos los hombres son iguales, por supuesto, ni todas las mujeres. Existen todavía quienes buscan a una persona inteligente y presentable donde la conversación importa más que lo que se trae puesto o un par de fotos viejas. A mí en lo personal me gustaba mas como era antes a la antigüita, como diría Cher. Poniendo un poco de atención era más fácil leer la interacción con el personaje en cuestión a través del lenguaje corporal, el tono de voz, la mirada, vibra en general. El ligue era en persona. ¡Ah qué tiempos aquellos! Cuando l@ cachabas viéndote o en medio de la pista bailando algo lento e irresistible. Cuerpo a cuerpo. Y las cartas y tarjetas, peluches, flores secas, carteritas de cerillos y demás que luego solía uno guardar. Y es que el amor es cursi, que se le hace. Y también una reacción química e intuitiva que solo se puede dar frente a frente, algo que se siente, algo que no va a surgir en una pantalla. Es imprescindible e inevitable el amor, una enfermedad incurable. Ejemplo mas puro la maestra Elba Esther y el Lic. Lagunas. ¡Que vivan los novios!