Acabo de regresar de la Ciudad de México después de dos semanas de caos y tráfico. De bienvenida me topé con la noticia del asesinato en conocido restaurante japonés en la colonia Del Valle y todas sus implicaciones. Al día siguiente, Julio Patán me informó por televisión, video y todo, que estaban asaltando y secuestrando a mano armada a dos cuadras de donde me hospedaba. Padre. De por sí me entra la paranoia, de por sí no me gusta salir ni a la esquina. Opté por apagar la tele e ignorar los periódicos durante mi estancia y, en cambio, hacer lo que hacen todas las mañanas los personajes de CDMX, esto es, fingir demencia y tratar de seguir la vida como si no pasara nada. Y así, un sábado me llevaron a comer sopa de lima y panuchos de cazón en la calle de Moras; de allí mis acompañantes y yo tuvimos la oportunidad de ir caminando por helado a la orilla del Parque de Tlacoquemécatl que, por cierto, hacía años que no visitaba y simplemente no reconocí. De hecho, no tenía yo idea de donde estaba, tanto han crecido los árboles de la colonia que tuve que guiarme por los nombres de las calles en cada esquina, según recuerdo fenómeno excepcional por estos lares. Los árboles, arbustos y condición general de este espacio verde realmente me sorprendieron. Y aunque la Sra. Sheinbaum quiera llevarse el crédito, calculo que fue durante la jefatura de Andrés Manuel cuando se plantó tanto verdor. Y si bien me desconecté de los medios tradicionales de comunicación, no lo hice con redes sociales, por lo que me despedí del DF con la muerte de Luis Echeverría Álvarez .

Hubo una vez, cuando LEA era candidato, que hubo lluvia de papelitos de colores en el jardín de mi casa con la foto del futuro presidente y la inolvidable frase “Arriba y Adelante”. Creo que fue también Echeverría quien puso de moda aquello de que ‘nuestros impuestos están trabajando’ y desde entonces y hasta ahora lo vemos día a día, aunque no siempre lo notemos. Por ejemplo, muy simpáticos los coyotes miniatura en las placas de los nombres de las calles de Coyoacán, aunque de pena ajena el logotipo de la alcaldía de Álvaro Obregón, quienes, teniendo a tan gran personaje como representante, se muestran al mundo como equipo de futbol de 3ª división. De hecho, nuestros impuestos trabajan mucho y por todo el país, gracias a la austeridad republicana propuesta por el presidente: Dos Bocas, el AIFA, el Tren Maya , interminables giras, visitas y no sé qué tanto más, y luego hay que mantener el avión que nadie se ganó, pero esa es otra historia. No cabe duda de que la Sra. Sheinbaum y AMLO hacen buen equipo. Es un honor estar con López Obrador -dicen- y con eso de que ella es un@ de l@s destapad@s, el futuro augura bien. Solo falta que se convierta al catolicismo.

Espero, eso sí, que a partir de 2024 terminen las infames mañaneras. Qué perdida de impuestos, tiempo y energía. La última vez que por curiosidad vi algunos minutos, AMLO los dedicó a explicar el porqué de su saco cerrado en la junta con Biden, su panza y de allí mencionó varios platillos típicos cuyos nombres no me fueron familiares, seguido por una sarta de sandeces. Como siempre. Y todo esto sin contar los otros datos de los que me he estado enterando. Luis Estrada, en su libro, al respecto afirma que “Si hubiera logros que presumir, las conferencias de prensa no se tratarían del pasado ni de los enemigos, reales e imaginarios, ni de las anécdotas o chistes del Presidente”…

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