Julio me parece un mes bastante aburrido, caluroso, engentado, el comienzo de la segunda mitad del año que como siempre pasará más rápido que la primera. Pero con Julio llegan también los maravillosos memes que, de todas las formas de comunicación que han surgido en los últimos años, representan claramente el estado de ánimo de una sociedad. Sin entrar en definiciones técnicas, este medio visual -en donde una foto va acompañada de una leyenda o frase generalmente satírica o humorística- dice más que un rollo de cinco cuartillas. Son proyecciones, representaciones, imágenes que con unas cuantas palabras nos informan sobre temas de actualidad; el medio ideal para estas épocas de prisa y estrés. Pero es el humor -la mejor catarsis- lo que los ha hecho tan populares. Julio Iglesias nunca se lo imaginó: demorado, 3D, sin puente, el que no pinta bien, el que viene cargado, con cinco Plácidos Domingos y en todo tipo de situaciones chuscas que me hacen reír a carcajadas. Mi IG ofrece una muestra de lo que en mi opinión es de lo mejor que hay, pero estoy consciente de que me quedo muy corta. Además, entiendo claramente que son un gusto no siempre adquirido. Pero, ¿qué tal los del mundial de Fifa? Religión y futbol en un mismo espacio. Sin pleito. Porque es un hecho que si el Papa es de Argentina, Jesús es de Veracruz. Y no se diga más.
El concepto del meme se le debe a Richard Dawkins, zoólogo y científico quien en 1976 explica en su libro The Selfish Gene, la naturaleza transmisora del meme como posible mecanismo de evolución cultural. La idea me encanta. De todo lo que se viene gestando desde la década de los ochenta, por fin algo tangible que contribuye al desarrollo de las sociedades del mundo. El meme es la unidad mínima de información que se puede transmitir y, las redes sociales hacen lo suyo al difundir amplia, rápida y gratuitamente la información. De ser una simple foto con leyenda, TikToks, reels, fotos animadas, expresiones, estados de ánimo, gifs, el meme sigue evolucionando y hoy en día me atrevería a hablar de géneros del meme. La maravilla, además, es su flexibilidad: un buen meme resiste el paso de los años y traspasa fronteras; el sueño de l@s mercadotécnic@s y publicistas. Marshall McLuhan tenía toda la razón cuando sugirió la idea de la Aldea Global generada por la interconexión humana a escala global, que se genera a través de los medios de comunicación. “El medio es el mensaje”. Cada país, cada cultura se expresa según su contexto, aun cuando las representaciones culturales sean las mismas. Son un lenguaje que todos entendemos. Por ejemplo, los Rage Comics, caras y expresiones que muestran en mayor o menor grado sentimientos universales, bajo circunstancias distintas. La novedad hace poco más de diez años, hoy la app se adquiere gratuitamente. Por demás esta decir que no todos los memes son buenos ni chistosos, existe una línea muy fina entre la sátira y la falta de respeto por lo que su timing es importante. Ya cada quien sabrá si dar o no el codiciado “me gusta”, “compartir”, o simplemente “eliminar”. Los expertos sugieren que el perturbador “ooga-chaka baby” de 1996 fue el primer meme. No recuerdo mi primer meme pero sé que fue por allí de 2012 y, como me pasa con los chistes, me lo tuvieron que explicar.
Y a todo esto, ¿qué dice Julio? “Te pintan como un tío que ha sabido vivir la vida… Bueno pues, son cómics, una pequeña comedia exagerada” (caras.com). Me va, me va.