Ya me enteré de que el presidente de México ha andado regalando embajadas y puestos diplomáticos como si fueran boletos de la rifa del avión y, ya sabemos lo que pasó con ese tema. Lo anterior cae muy ad hoc ya que tengo cita el mes que entra, en Barcelona, para renovar mi pasaporte. Espero que todos estos cambios no afecten mis asuntos y procedimientos a seguir. ¿Por qué en Barcelona? Realmente no lo sé y la logística es una verdadera pesadilla. Existe un consulado honorario en Valencia cuya conspicua presencia en una de las calles principales del centro, al lado del Ayuntamiento, me hace tener malos pensamientos. ¿Para que su existencia? Recién llegada les envíe un correo para algo y tardaron una semana en responder. Hasta hace un año éramos 2418 nacidos en México con residencia legal en Valencia. Nuestra opinión, como pueblo, debiese contar. ¿Por qué no hubo consulta? Pero eso no es lo peor. La semana pasada, cuando envíe otro correo a “info” del consulado en Barcelona me regreso a los cinco días con el molesto mensaje de que no pudo ser entregado.
A juzgar por lo anterior, la cosa no pinta bien. Había una vez un embajador que ofreció la más esplendida fiesta de Independencia con todo tipo de comida (incluyendo tacos al pastor) y dos bandas musicales en uno de los hoteles más caros de Hong Kong. Yo estaba recién llegada así que me divertí muchísimo sin saber que sería la última en su tipo. Debe también haber sido su despedida o algo, porque poco después dejo el cargo y se fue a la IP. Después de él la historia fue otra y me mal acostumbré al trato de parte consulado de Hong Kong donde por muchos años hicieron lo que tenían que hacer y, lo hicieron eficaz y amablemente evitando burocracia innecesaria: que si falta una fotocopia, que hay que ir a pagar al banco. No, no. Fácil. Rápido. Sin cargos extras. Todos diplomáticos de carrera tratando de vender el México que propone la Secretaría de Turismo en medio de una realidad muy distinta. Además, sé de buena fe que no ganan bien. Eso es amor a tu país. Y me da mucho coraje que gente con poca o nula experiencia en estos asuntos ocupe estos puestos, no por mi pasaporte, sino por la imagen que presentan al mundo.
No obstante, me parece muy bien que se abra concurso para nueve plazas. Hoy en día y en todas las ramas laborales existen muchos casos donde la experiencia debiese contar tanto como los estudios, aunque es complicado. Por ejemplo, Claudia Pavlovich Arellano, exgobernadora de Sonora, se va a Barcelona. Me di una vuelta por Wiki y su sitio personal y con eso me bastó. Wow. En resumen, política del PRI envuelta en mil escándalos y seguro saben perfectamente a lo que me refiero. Sus hijas estarán encantadas con la moda de las españolitas y el marido fungirá de príncipe consorte. La señora estudio inglés y francés en el extranjero, tiene una licenciatura y, aunque el presidente no esté de acuerdo con este tipo de educación (o cualquiera), le tocó premio. Yo también preferiría caminar por Las Ramblas de Barcelona que el Centro Histórico de Hermosillo, aunque cada uno tiene sus méritos. Lo que si es que ella va a necesitar un@ asesor@ de imagen. Trae el pelo muy largo y con el estilo equivocado, digo yo, para que la tomen muy en serio. ecesita algo más corto y afilado. Ni que fuera modelo de shampoo. Su pelo volverá a crecer. Estaremos observando su carrera.