Además de nuestros fieles lectores, la literatura negra mexicana necesita cómplices, y esos son el gobernador de Querétaro, Mauricio Kuri ; su secretaria de Cultura, Marcela Herbert ; el comprometido operador Rafael Mata, y un aplicado equipo de colaboradores que se plantaron, al lado de Carlos René Padilla , quien nos invitó a la Semana de la novela negra F.G. Haghenbeck, que nos reunió del 14 al 22 de octubre en la deslumbrante ciudad de Querétaro, donde lo mismo han fusilado emperadores que obtienen primeros lugares en el mundo con sus deliciosos vinos. En nombre de autoras y autores de novela negra les agradezco este esfuerzo, que espero sea una falsa pista que se resuelva en la próxima semana negra.
Es imposible negar el auge de la novela negra en México. Cada vez son más los escritores que se la juegan y no temen desarrollar alguno de los más de veinte delitos que se producen en nuestro país. Y lo hacemos con conciencia estética, porque un país tan lastimado donde asesinan a más de 10 mujeres al día y hay muy pocos detenidos, no puede tener una literatura menor, y mucho menos mediocre. Si la política de seguridad falla, los novelistas no, y en Querétaro estuvo un grupo que trabaja sus textos como los mejores del mundo. Para empezar, por la obra de nuestro colega Paco Haghenbeck , que ahora debe estar conversando con Hammett o dibujando el desconcierto de los ángeles a quienes puso sexo. Fue un encuentro intenso, donde todos cumplimos nuestro programa y estimulamos el ánimo para continuar nuestra labor de escritores. Quienes no han leído a BEF y a Haghenbeck, no conocen la Ciudad de México contemporánea, una ciudad dividida políticamente, habitada por la turbación y espacio donde todo el amor, todo el arte, toda la creatividad culinaria y todos los delitos tienen cabida ¿Dónde los agarró el temblor?
La secretaria Herbert, que anunció una feria internacional del libro para el próximo año, entregó el décimo sexto premio de Novela Negra 2022, “Una Vuelta de Tuerca”, a Tania Teresita Tinajero Reza , que en ese momento fue la escritora más feliz del mundo.
César Gándara, Eduardo Antonio y Élmer Mendoza dictaron conferencias relacionadas con la novela negra. Se presentaron libros de Orfa Alarcón, Lola Ancira, Macaria España, Laura Baeza, Bernardo Esquinca, Vicente Alfonso, Imanol Caneyada, F.G. Haghenbeck, BEF, Carlos René Padilla, Élmer Mendoza, Eduardo Antonio Parra, César Silva, Iván Farías, Rafael Andrés Suárez Vázquez, Nico Ferrara, Roberto Coria, Omar Delgado, Gabriel Velázquez y un caballero que peinaba algunas canas que se nos acercó cuando hablábamos de mujeres. Estas autoras, los autores, y algunos que no pudieron asistir, son el rostro de la literatura negra mexicana contemporánea.
Se trata de creadores que son reconocidos por su trabajo incesante y la calidad de sus novelas y cuentos. De momento, es uno de los rostros más visibles de la literatura mexicana por su buena factura y porque es un registro del México contemporáneo. Todas y todos proyectan la virtud suficiente en sus obras para que usted las disfrute y sienta el orgullo de poder leer a escritores mexicanos que están a la altura de los mejores del mundo. En cada una de nuestras obras tratamos de demostrar que México es más grande que sus penas y con esa cara, nos plantamos donde sea. Y no lo olvide, cada autor de literatura negra que usted lee, contribuye al desarrollo de una estética atrevida, pero merecedora.
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