En la Feria Internacional del Libro de Guadalajara se bailan todos los ritmos y se escuchan todas las voces, como dice Pepe Cárdenas. Un espacio donde la amistad crece todos los años. Un lugar donde la realidad y la ficción conversan y beben tranquilamente. Poetas, narradores, cronistas, periodistas, editores, agentes, libreros, caricaturistas y soñadores, se abrazan y se leen. Dentro de esa maravilla nos reunimos un puñado de autores negros en tres jornadas donde agradecimos a los cientos de lectores que nos acompañaron, a Marisol Schulz, Laura Niembro y Daniela Asencio, y a sus asistentes que no nos molestaron con sus avisos de límite de tiempo y dejaron que autoras y autores se explayaran hasta la media naranja.

En la primera jornada estuvieron Elia Barceló, Vicente Alfonso y Lorenzo Silva. Nos contaron cómo habían inventado sus investigadores. Elia compartió detalles sobre Carola Rey Rojo, Wolf Altman y la intuitiva Gabrielle, personajes que aparecen en su novela La noche de plata para resolver un caso de niños asesinados en Viena. Las acciones transcurren en pleno invierno mientras neva, comen rico y beben para calentar los cuerpos. Vicente reveló momentos de Fabián Gómez y el agente Lansky que trabajan en dos momentos claves en la novela La sangre desconocida, uno en Guerrero, y otro en un pueblo donde se fabrican cigarrillos. Lorenzo Silva, merecedor del premio Planeta, es el creador de una de las parejas más afectivas en el mundo detectivesco, Bevilacqua y Chamorro, que protagonizan una de las sagas más exitosas en lengua española, y se mueven por donde haga falta.

La segunda jornada tuvimos a Magali Velasco junto con Agustín Martínez, Antonio Mercero y Jorge Díaz, integrantes de Carmen Mola, que fueron reconocidos recientemente con el premio Planeta. Tratamos sobre Víctimas femeninas, ¿Por qué? Porque el abanico de delitos en contra de las mujeres es cada vez más grande y más de la mitad se perpetran en el seno familiar. Los cuatro coincidieron en que existe una profunda descomposición social donde la mujer se ha vuelto más vulnerable. Velasco habló del personaje femenino de su novela Cerezas en París y los españoles acerca de los personajes que aparecen en La Bestia, empezando por Lucía y su hermana Clara, sin dejar fuera a la hermosa Ana Castelar. Mientras la novela de Magali se desarrolla en la Xalapa contemporánea, la de Carmen Mola transcurre en el Madrid de 1934, en situaciones terribles que se acentúan cuando aparecen partes de niñas pobres desmebradas.

La tercera jornada contó con Orfa Alarcón, Carlos René Padilla, Javier Hernández Velázquez y José Juan Aboytia, que se ocuparon del tema El delito como provocación literaria. Una pregunta obligada fue, en un mundo plagado de delitos, ¿cómo eligen el que deben desarrollar? Orfa habló de sus novelas Perra Brava y Loba; Javier, de su saga con su detective Max Fernández; Aboytia, del estigma en que ha vivido Ciudad Juárez, y Carlos René, del polvorín en que se ha convertido Sonora, el estado donde nació y vive. Trataron de un aspecto medular en la novela negra, el lenguaje, que es una exigencia fundamental para crear las atmósferas necesarias en el tratamiento del delito, sin olvidar que este elemento contribuye a definir las regiones.

Una parte interesante fue cuando todos charlaron de los libros que los formaron en su juventud. Muy revelador. El moderador en las tres jornadas, fui yo. Gracias y no olviden leer novelas negras.

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