“Quien no cede ante una tentación no es digno de ella”, afirma Sealtiel Alatriste en la novela Demonios de la culpa, que es perfecta para leer en verano o en el viaje que ha planeado para visitar Ítaca, o cualquiera de las islas griegas donde el color es el dueño de las historias. Demonios de la culpa es una publicación de Alfaguara del grupo Penguin Random House, y apareció en febrero de 2024 en México. Se trata de una novela total donde el autor desarrolla la personalidad de cada personaje; lo mismo que una novela de época, ya que ocurre en los años 50 y principios de los 60. Encontrará usted cierta cantidad de símbolos, por ejemplo, el cabaret Waikiki, o la arena coliseo de Perú 77, que era la catedral del boxeo en esa época. ¿Verdad, Ratón Macías?

Sealtiel Alatriste, que nació en la Ciudad de México en 1949, nos comparte una novela sorprendente por su ritmo, la tensión narrativa sostenida, las múltiples citas a obras emblemáticas de la historia literaria, la potencia de cada personaje, el peso del azar en la vida de los humanos y más. La Merced está en el centro de la historia. Todo lo que ese pulmón comercial significa para la gran ciudad como la puerta de entrada de toda clase de comestibles, y claro, una de las puertas para la cannabis, que de acuerdo con esta novela, saltó de las clases populares a la clase media. Toda ciudad tiene una gran historia y Alatriste propone en Demonios de la culpa, la suya, que no es nada desdeñable, porque su novela cuenta vidas posibles de personas, utilizando un narrador misterioso que tendrán que esperar para enterarse a quién pertenece esta voz que sabe tanto de la familia Esponda Antuñano, así como de cada uno de los personajes que se mueven en estas páginas.

Raúl y Armando Esponda tienen padres, abuelos y bisabuelos, ¿dónde se halla el origen de esa suerte tan especial que los determina? La novela tiene grandes misterios y grandes revelaciones. Cada enigma encuentra su explicación en algún momento para dar paso a uno nuevo. Culiacán aparece como centro productor de cannabis y de goma de opio, elementos que los hermanos Esponda comercializan con la debida complicidad de la policía. Hay una pandemia, ¿qué creen que hace el gobierno para ayudar a la población? Ya verán. Algo notable es que querrán conocer el Waikiki y ver cómo baila la rorra de oro, de la que un gringuito se enamora. También dejo a su lectura el descubrimiento de quién es el gringuito y cuál es su papel cuando los Esponda deben enfrentarse a una banda de Los Angeles, California, que se dedican a lo mismo que ellos.

Hay personajes a los que van a querer, como Tiresias, Isabela, Casandra. También querrán escuchar a Chava Flores, visitar algún rico restaurante de La Merced, bailar danzones y sufrir de nuevo la misteriosa pérdida de Marilyn Monroe, que, sin pretenderlo, juega un papel decisivo. Estoy seguro que conocen a un tío Federico, una Josefina, una Gladys, un señor Antuñano. Pocos recordarán El Nivel, la cantina que se ubicaba detrás de Catedral, pero muchos seguro aún se echan un trago en La Ópera y disfrutan una ciudad que lo absorbe todo. Sealtiel ha escrito una novela que requiere una decidida convivencia. Dice que “no hay padre más tiránico que el futuro que perseguimos”. Usted, que le gustan las novelas que crean universos, tendrá unos días de maravilla con Demonios de la culpa. Si le gusta la Ciudad de México, ya verá que es la historia misma de cada uno de sus habitantes.

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