La situación que atraviesa el Ecuador es delicada y por sus características convoca a la reflexión de actores y analistas. En menos de seis meses, tres países andinos atravesaron crisis estructurales como son los casos de Chile, Ecuador y Perú. Mientras que Bolivia y Colombia se consolidaron.
Guillermo Lasso, el presidente ecuatoriano, sería sometido a juicio político por peculado: “Todo servidor público que para su beneficio o el de una tercera persona física o moral, distraiga de su objeto dinero, valores, fincas o cualquier otra cosa”, detalla el Código Penal. Al verse en minoría, Lasso disolvió la Asamblea Nacional y convocó a elecciones para agosto y en octubre sería la segunda vuelta, en todo este período puede gobernar por decreto.
¿Cómo se llegó a esta situación? Recordemos que Lasso es miembro supernumerario del Opus Dei. En 2019 hubo importantes estallidos sociales en varios países de América Latina, particularmente en Chile, Ecuador y Colombia. Las movilizaciones se desarrollaron fundamentalmente contra las alzas en tarifas de transporte y en el cada vez más elevado precio de los combustibles e incrementaban los impuestos, para cubrir los déficits presupuestales con impuestos al consumo, que afectan a los sectores populares, y no a las ganancias, donde se cobra más, a quienes más tienen.
Los movimientos sociales impugnaban las políticas impulsadas por el Fondo Monetario Internacional. Ecuador tiene mayor complejidad pues el dólar es la moneda de curso legal, lo cual impide que el Banco Central opere una política monetaria propia, asumiendo la inflación de la economía norteamericana, más la local. La aplicación de las políticas del FMI generó importantes movilizaciones de las poblaciones indígenas y campesinas relacionadas con la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (CONAIE), la organización de indígenas, afros de la costa y comunidades evangélicas urbanas y rurales (de tendencia anabaptista), que tienen como brazo político a Pachakutik.
Simultáneamente, las poblaciones de clases medias empobrecidas, mas los pobres urbanos y rurales están más relacionados con la Revolución Ciudadana del expresidente Rafael Correa, su partido es Unión por la Esperanza (UNES).
Lasso había quedado en segundo término (19.7%) en las elecciones de 2021, superando por 0.3% a Pachakutik (19.4%), mientras que el candidato de Correa (Arauz) ganaba la primera vuelta electoral (37.7), finalmente consiguió el respaldo de los anticorreistas y ganó la segunda vuelta con el 52.4%. Era un presidente muy débil pues no tenía mayoría parlamentaria, trató de consolidarse convocando a un referéndum de 8 puntos en las elecciones intermedias de febrero de este año, no logró que se aprobara ninguna de sus propuestas, además triunfaron en todo el país UNES y Pachakutik. Ya empoderados iniciaron, sus opositores, un juicio político para destituirlo debido a los escándalos de corrupción en empresas estatales, protagonizados por un pariente cercano. Las acusaciones habían sido revisadas por el Poder Judicial, que autorizó el Juicio político por peculado, pues había elementos para la acusación.
Lasso fue un banquero exitoso mencionado en los Panamá Papers por tener empresas en paraísos fiscales, las políticas que aplicó en beneficio de los grupos empresariales le quitaron el apoyo que tuvo al comenzar su gobierno. Hubo importantes movilizaciones de la CONAIE que nuevamente paralizaron el país; la conservadora Jerarquía de la Iglesia Católica era el principal soporte de Lasso, quien trató de mediar en el conflicto. Lasso intentó con el referéndum dejar en “fuera de juego” a la CONAIE. Terminó siendo derrotado por las organizaciones indígenas y la UNES de Correa. Ante la situación y el peligro inminente de su destitución (y encarcelamiento), optó por la “muerte cruzada”: cerrar la Asamblea nacional y llamar a elecciones generales, que incluye un nuevo presidente.
En las próximas elecciones de agosto, si se mantiene la tendencia de las elecciones de hace tres meses, la disputa estaría entre UNES y Pachakutik, entre la Revolución ciudadana, más cercana al Socialismo del Siglo XXI y los movimientos indígenas y campesinos de Pachakutik. Los partidos de derecha y centro que respaldaron el triunfo de Lasso en la segunda vuelta electoral de 2021 fueron diezmados en la contienda de febrero.
La derecha católica perdió la posibilidad de construir un proyecto político viable y ahora la moneda está en el aire.
Doctor en antropología, profesor investigador emérito ENAH-INAH .