La semana pasada el papa Francisco estuvo en Lisboa, Portugal (2-6 agosto) con motivo de la XXXVII Jornada Mundial de la Juventud, asistieron más de un millón de jóvenes que aclamaron al papa. Algunos comentaristas se preguntan qué le ven los jóvenes a este anciano de 86 años, para escucharlo atentamente y aceptar su convocatoria, en un mundo donde muchos jóvenes se alejan de la vida religiosa, la asistencia a los cultos y la oración.

Destaca que sus subordinados: obispos, cardenales y clérigos no tienen ese poder de convocatoria. ¿En qué falla el clero? La respuesta es demasiada sencilla, a la vez que compleja. Francisco tiene la paciencia y disposición, convenciendo a los jóvenes de que los escucha, los entiende, aunque no necesariamente esté de acuerdo con sus planteos. Él no renuncia a su agenda, pero trata de entender las agendas de los jóvenes y se preocupa por tratar de respetar para incidir y modificar.

Esto lo diferencia del clero católico, que desde la niñez y la adolescencia fueron educados en las “burbujas” de colegios católicos y seminarios, poco dispuestos a escuchar y que ante su incapacidad para incidir descalifican y demonizan a los jóvenes.

Francisco fue educado en otro contexto, hizo un bachillerato especializado, titulándose como técnico químico y trabajó en un laboratorio bioquímico propiedad de una exiliada paraguaya afiliada al Partido Comunista de ese país, luego ingresó a la Compañía de Jesús. Tuvo la ventaja de que sus experiencias juveniles estuvieron fuera de la “burbuja” institucional, de allí sus frecuentes condenas al clericalismo.

Preparando la Jornada

En junio de 2022 se filmó un documental “Amén. Francisco responde”, en el cual el papa es interrogado por jóvenes de España, Senegal, Argentina, Estados Unidos, Perú y Colombia. Quienes rápidamente abandonan la timidez e interrogan al papa sobre diversos temas, cómo el rol de la mujer en la Iglesia, el feminismo y el aborto, el testimonio de fe y la pérdida de la misma, la identidad sexual, el drama de la migración y el racismo.

Los invitados tienen planteos diversos, una catequista católica pro aborto, que le regala un pañuelo verde, en una actitud desafiante. El documental es ecuménico y plurirreligioso, participan del grupo una evangélica, un musulmán. Es un diálogo sin concesiones, donde se reafirma en la doctrina de la iglesia, sobre el aborto es contundente “conviene llamar a las cosas por su nombre. Una cosa es acompañar a la persona que hizo esto y otra cosa es justificar el acto”

Celia, una joven española se define como no binaria y explica que “una persona no binaria es aquella que no es ni hombre ni mujer o, al menos, no totalmente ni todo el tiempo”. Después quiere saber si en la Iglesia hay espacio para la diversidad sexual y de género y Francisco responde con una actitud incluyente: “Toda persona es hija de Dios. Dios no rechaza a nadie, Dios es Padre. Y yo no tengo derecho a echar a nadie de la Iglesia. Más aún, mi deber es recibir siempre. La Iglesia no puede cerrarle la puerta a nadie. A nadie”. Más contundente descalifica a quienes utilizan la Biblia para descalificar a la comunidad LGTB y lanzar mensajes de odio: “Esa gente son infiltrados que aprovechan la Iglesia para sus pasiones personales, para su estrechez personal. Es una de las corrupciones de la Iglesia”, La discusión se extiende a temas importantes para los jóvenes como la pornografía, la sexualidad y el sacerdocio femenino. Este documental fue estrenado el 5 de abril de 2023 por varias cadenas de streaming (Disney Plus y Star Plus).

En las Jornadas y como siempre lo hace, fuera del discurso oficial, cuyo texto es consensado por el episcopado local, volvió a señalar la tolerancia cero frente a los abusos de los sacerdotes. Los jóvenes fueron a Lisboa a encontrarse y a discutir sobre los problemas que les interesan, sabiendo que tienen en la Iglesia alguien que los escucha. Simultáneamente dejan los templos como cascarones vacíos, pues tienen la convicción de que el clero es sordo e ignora sistemáticamente sus problemas.

Por si les quedaba alguna duda, el boicot de la Jerarquía católica al Sínodo que se propone reformular la vida eclesiástica termina de convencerlos que una gran parte del clero católico es irrecuperable. Francisco una vez más le apuesta al relevo generacional. La próxima Jornada se hará en Seúl, la capital de Corea del Sur, reafirmando la estrategia vaticana de universalización de la Iglesia.

“Muchos son los llamados y pocos los escogidos”

Doctor en antropología. Profesor investigador emérito ENAH-INAH

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