El martes 31 de enero Francisco aterrizó a las 3 de la tarde en el aeropuerto internacional de Kinsasa, la capital de la República Democrática del Congo (RDC). Este país fue una colonia belga y tiene más hablantes del francés que Francia, se calcula que el costo de la dominación belga fue de millones de muertos. Como parte de la herencia colonial se impuso el catolicismo y en la actualidad la Iglesia se ha consolidado como la religión mayoritaria; existen importantes religiones cristianas fundadas por personajes mesiánicos locales. El éxito del catolicismo poscolonial fue motivado por la aplicación de las conclusiones del Concilio Vaticano II que implicó abandonar el latín como lengua ritual y asumir los elementos claves de las culturas locales, particularmente retomando los conceptos de lo sacro. Desde hace más de 30 años está vigente el Rito Católico del Congo que hace una aplicación del catolicismo a las culturas locales. Las misas africanas tienen elementos que desconcertarían a muchos católicos europeos y latinoamericanos.
Las potencias europeas y los Estados Unidos están muy interesados en mantener el control sobre África, por razones geopolíticas y por las materias primas que tiene. Los países occidentales tienen el lastre de la dominación colonial, que está en la memoria reciente de los africanos. Los países que tuvieron una política africana innovadora fueron Cuba y la Unión Soviética (heredada por Rusia), quienes contribuyeron con armas y tropa en los procesos independentistas y luego hicieron empresas mixtas. Recientemente, Brasil, China e Israel desarrollaron formas de cooperación económica y política con bastante eficacia e innovación. Varios países descollaron como grandes proveedores de materias primas (maderas preciosas, petróleo, oro, uranio y diamantes). Las fronteras políticas de los países africanos fueran definidas por las potencias coloniales, y no respetan los límites étnicos. Esta situación es clave para entender los conflictos internos de los países africanos.
Las grandes religiones mundiales como el cristianismo y el islam se han expandido a expensas de las religiones tribales y tradicionales; asimismo, en muchos casos, las guerras entre los diferentes grupos tribales han impedido la consolidación de los estados nacionales africanos y, precisamente, las religiones mundiales son en muchos casos mecanismos útiles para articularse en una escala global. Es importante mencionar que, como resultado de su interacción con las culturas africanas, se han desarrollado lecturas singulares del cristianismo y el islam. Para estas religiones, África es un desafío y un espacio de “conquista espiritual”, para las poblaciones africanas en muchos casos la participación e involucramiento en las religiones mundiales les permite una “traducción” cultural eficiente para comprender los cambios estructurales que están afrontando ante la “ineficacia simbólica” de sus religiones tradicionales.
Estas nuevas realidades fueron afrontadas con bastante éxito por el catolicismo romano, donde ha sido muy eficiente en generar vocaciones sacerdotales y conversiones nativas preferentemente en los países colonizados por potencias católicas como Bélgica, Francia y Portugal. Mientras que la Iglesia anglicana desarrolló también iglesias locales muy dinámicas en las antiguas colonias inglesas.
La República Democrática del Congo fue restablecida por Joseph Kabila, uno los antiguos colaboradores del Che Guevara, que cuando rompió con Fidel Castro en Cuba intentó impulsar procesos armados en África, antes de ir a Bolivia. Kabila triunfó en las primeras elecciones democráticas de 2001 y logró un cierto control de la mayoría del territorio, abriéndose a un importante intercambio comercial con China, estrategia que fue continuada por sus sucesores, rompiendo con la dependencia de los occidentales.
La visita del Papa Francisco fortalece a la Iglesia congoleña, una de las más fecundas en vocaciones y conversiones nativas, a la vez que consolida el catolicismo en otros países africanos de habla francesa (Ruanda, Burundi, Costa de Marfil, la República Centroafricana y Senegal, entre otros).
Una mención especial requiere Sudan del Sur, antigua colonia inglesa donde es fuerte la Iglesia Anglicana y la Iglesia de Escocia, pero los católicos han logrado una fuerte presencia, manejando con bastante habilidad los conflictos interétnicos, entre los Nuer, Dinkas y Chilluk , dando lugar a terrible masacres y abusos impresionantes. La población está agotada por la guerra con el norte de Sudan de mayoría musulmana y luego por las contradicciones tribales de las etnias cristianizadas.
La presencia ecuménica de los tres líderes religiosos cristianos representó un esfuerzo muy importante que apunta a la unidad de los cristianos a escala mundial; simultáneamente, Francisco estuvo en el Congo con millones de fieles que salieron a aclamarlo y sienten que su presencia tiene una gran importancia. Frente a estos baños de multitudes y su involucramiento en las grandes ligas de la geopolítica mundial, una vez más Francisco se fortalece y consolida en el frente interno de la Iglesia Católica, jugando exitosamente en varias bandas.