Los estudios sobre la cuestión religiosa han consolidado un nivel importante de madurez y desarrollo académico y científico. La semana pasada, en la ciudad de Guadalajara se reunió el Congreso sobre Religión, Sociedad y política, en su edición número cuarenta. La sede fue la Universidad del Valle de Atejamacac (UNIVA), una institución católica con una larga trayectoria académica. El Congreso iniciado en 1984, tuvo carácter internacional con la participación de expertos de ocho países y más de 180 participantes de diferentes instituciones académicas. Además, fue el primero presencial después de la pandemia.
Los temas abordados fueron muy distintos y la diversidad de los aportes mostraron la complejidad de la cuestión religiosa, enumeraré los títulos de las mesas de trabajo: la cosmovisión y los rituales en los sistemas de cargos político-religiosos, los sistemas identitarios de los pueblos originarios en procesos de conurbación, historia, intervenciones y tensiones en la Iglesia Católica, las identidades religiosas contemporáneas, metodologías de investigación, los procesos de conversión, música y religión, religión y poder, la cuestión religiosa en los procesos de movilización étnico-política, los procesos de resistencia religiosa, santuarios y peregrinaciones, las derechas político-religiosas, los extremismos religiosos y su impacto en la seguridad, los mundos evangélicos, protestantes y para cristianos.
Hubo un espacio muy destacado para las cuestiones de salud, enfermedad, religiones, cosmovisiones y sistemas de visión del mundo. Cuestiones de medicina tradicional, etno entomología, religión y salud mental, lo religioso en los tratamientos tanatológicos y la relación entre arte, simbolismo y sacralización en procesos terapéuticos.
Como podemos apreciar la diversidad de temas expuestos pusieron de relieve la complejidad del impacto de los sistemas religiosos en distintos aspectos de la vida humana y lo sofisticado del análisis de los sistemas de poder en los mundos religiosos, que pueden tener una impresionante diversidad que amerita un alto nivel de especialización, además de la importancia de intercambiar resultados de investigación, en un marco respetuoso de las diferentes escuelas metodológicas y científicas de los participantes. También debemos agregar la capacidad de los congresistas para, sin renunciar a sus creencias, ideologías y posiciones filosóficas, entablar diálogos constructivos con especialistas de otras “latitudes” filosóficas sin deponer las propias.
Lo mas novedoso e interesante del Congreso fueron las conferencias magistrales, que estuvieron a cargo de “los dueños de la casa”, de las cinco programadas sólo una fue de la Red de Investigadores y las cuatro fueron desarrolladas por expertos de la UNIVA. También fue importante el Seminario Presencia Evangélica en México, que desarrollaré en otro artículo.
Las conferencias magistrales de los académicos de la UNIVA fueron estratégicas para una mejor comprensión de los procesos de análisis y discusión al interior de las universidades católicas. Un proceso que implica a su vez, un trabajo interdisciplinario entre académicos, científicos sociales y teólogos. El ciclo se inició con una conferencia magistral a cargo del Dr. Fabián Acosta Rico, quien presidía el congreso: “Los nuevos catolicismos de cara a la posmodernidad”. Fabián estudió filosofía, historia y antropología y sus investigaciones de las nuevas generaciones Z y Milenials aportó a la mejor comprensión de las creencias de los jóvenes estudiantes universitarios que evidentemente plantean nuevos desafíos a los sistemas universitarios, tanto públicos como privados.
“La identidad de la Universidad Católica”, fue la siguiente conferencia a cargo de Fernando Sánchez Martínez, el responsable del Sistema de Educación a Distancia de la UNIVA quien con estrategias muy participativas y novedosas involucró en la discusión a los asistentes y sirvió también para la comprensión de las polémicas al interior los sistemas educativos católicos: universidad confesional o centros académicos y de investigación científica de inspiración católica. Otro punto de tensión es la matrícula universitaria, como fuente de recursos institucionales, agregando una segunda tensión, los criterios de los jóvenes universitarios que también cuentan, y cada vez más, en los procesos educativos.
La disertación de la Dra. Cristina Martínez Arrona, secretaria académica de la UNIVA, “El sentido práctico de la religión” representó un nuevo desafío para los científicos sociales de la religión allí reunidos, teóloga, doctorada en la Universidad Gregoriana de Roma, con un excelente dominio del tema nos obligó a buscar en nuestros lejanos cursos de antropología filosófica, los elementos para mantener una polémica de buen nivel.
“La religiosidad subjetiva como un fenómeno endémico” del director de Publicaciones de la UNIVA, el Dr. Armando González Escoto sirvió para problematizar los distintos roles y los niveles de profundidad en la conciencia de los creyentes de los factores rituales, simbólicos y religiosos.
La Red de investigadores sobre religión, sociedad y política salió fortalecida de esta 40ª Congreso donde pudimos reunirnos, seguir discutiendo y exponiendo nuestros resultados de investigación a la vez que pudimos ampliar nuestros horizontes y formularnos nuevas preguntas de investigación, mostrando la vitalidad y actualidad de nuestros trabajos.
Doctor en antropología, profesor investigador emérito ENAH-INAH