Con cada nueva generación de redes de telecomunicación, los expertos en la industria comparten su entusiasmo y hacen predicciones sobre lo que podría traer el futuro inmediato. Por mi lado, creo firmemente que cuando el 5G se despliegue por completo, el mundo va a presenciar el surgimiento de “killer apps” al igual que ocurrió con 4G. Una “killer app” es el servicio o plataforma que aún no existe, pero que va a apalancarse de todas las ventajas de 5G y prácticamente se va a volver indispensable para usuarios móviles.

Además de hacernos la pregunta de cómo se van a ver estas “killer apps”, es clave que nos preguntemos en dónde van a surgir. Las posibilidades son muy amplias. Nuestro más reciente estudio Mobility Report estima que casi 65% de la población global tendrá cobertura 5G para 2025. Tal como se comprobó con las redes 3G y 4G, la conectividad móvil habilita múltiples oportunidades de negocio y soluciones surgidas en cualquier rincón del planeta. Sin embargo, solo unas cuantas se convierten en apps inmensamente exitosas.

¿El 5G va a democratizar los ecosistemas de innovación en el resto del mundo? Puede ser, pero solo si cada país está dispuesto a ponerse al corriente con la tecnología.

Podemos comprender esto de una mejor manera si observamos a dos de las compañías más grandes del mundo. Facebook es actualmente la sexta empresa más valiosa a nivel mundial según Forbes, con un valor de marca de 70 mil 300 millones de dólares e ingresos de 49 mil 700 millones en 2019. Mark Zuckerberg fundó esta compañía a principios de 2004, dos años después de que la red comercial de 3G fuera lanzada en Estados Unidos (EU).

Comparada con lo que ofrecía 2G, esta nueva tecnología trajo una mejora significativa para los usuarios finales. 3G permitió descargar documentos, imágenes y videos en solo unos minutos, gracias a su velocidad de internet de hasta 3 Mpbs. Sin embargo, la popularidad de Facebook explotó con las redes 4G que impulsaron las ventas de teléfonos inteligentes a partir de 2007: de 50 millones de usuarios a finales de ese año, a mil millones en septiembre de 2012. Actualmente, 96% de los 2 mil 500 millones de usuarios activos que tiene la compañía ingresan a la red social mediante un dispositivo móvil.

Otro ejemplo es lo que ha ocurrido con Uber. La compañía fue creada en San Francisco, California, en 2009, de manera prácticamente simultánea con el lanzamiento comercial de la red 4G en Estados Unidos. Uber se apalancó de las capacidades de esta tecnología: una velocidad mínima de 10 Mbps y máxima de 400 Mbps se volvió crítica para el servicio de viajes compartidos, al permitir a los usuarios conectarse con los conductores de manera rápida y ver sus ubicaciones casi en tiempo real. Pese a sus problemas financieros -Uber aún no es rentable-, la compañía registró más de 7 mil millones de viajes en 2019 y ha transformado a la industria global de transporte. Hoy sería difícil imaginar al mundo sin Uber ni sus competidores.

¿Por qué Uber o Facebook no surgieron de las mentes de emprendedores de otras regiones, como Latinoamérica?

Las diferencias en desarrollo económico, ecosistemas de inversión y estabilidad política entre América Latina y EU no muestran el cuadro completo. De hecho, emprendedores latinoamericanos han creado empresas muy exitosas basadas en conectividad móvil, como Rappi en Colombia, Cornershop en México y MercadoLibre en Argentina. Probablemente surgirán más: la región tiene más de 454 millones de usuarios de internet y los inversionistas de capital de riesgo están vertiendo dinero a startups regionales: la inversión de riesgo alcanzó 4 mil 600 millones de dólares en 2019, según cifras de la Asociación de Capital de Riesgo de América Latina (LAVCA).

Pese al potencial de Latinoamérica, lo que puede estar frenando que estas killer apps surjan primero en la región se debe a una razón más simple: aquí, las generaciones más recientes de tecnología de telecomunicaciones no se despliegan tan rápido como en otras partes del mundo. Colombia comenzó a desplegar su red 3G en 2009, justo cuando Uber estaba siendo creada sobre la plataforma de 4G. Cuando Facebook rebasó la marca de sus mil 400 millones de usuarios, las redes 4G se lanzaron en México.

Mientras 51% de los usuarios móviles en Latinoamérica actualmente tienen cobertura 4G, en EU es el 92%. No es una total coincidencia que EU sea el lugar donde hayan nacido más de 65 mil startups basadas en tecnología móvil y que Latinoamérica solo haya producido mil 300, según datos de Startup Monitor. ¿Cómo es que los emprendedores latinoamericanos pueden volverse competitivos en el mercado global si no tienen acceso temprano a la tecnología más actualizada?

Es importante brindarle las herramientas y plataformas tecnológicas más actuales a los emprendedores y desarrolladores en todos lados, especialmente en las regiones que son más vulnerables. La buena noticia es que cada tecnología toma menos tiempo que su predecesora para ser adoptada masivamente. A 4G le tomó cuatro años ser adoptada por los primeros mil millones de usuarios. ¿Cuánto tiempo le tomará a 5G hacer lo mismo?

Latinoamérica debe apostar a estar dentro de esta primera ola de adopción, ya que las redes 5G potencialmente pueden brindar un incremento de 5% al PIB regional en 2030, según el estudio 5G Business Potential que publicamos en 2019. Técnicamente, la región está lista: desde 2015 hemos entregado nuestro sistema de radio Ericsson 5G-Ready en la región, el cual permitirá una migración de 4G a 5G más rápida y eficiente en costos de despliegue para las empresas de telecomunicaciones.

El planeta va migrando a 5G y Latinoamérica no puede rezagarse. Aun no podemos imaginar cómo es que esta tecnología cambiará nuestras vidas del mismo modo en que no pudimos haber predicho cómo lo haría el 4G en 2009. Lo que podemos hacer ahora es igualar el terreno, aliarnos con nuestros clientes y desatar el potencial de 5G para que nuestros innovadores puedan utilizarlo en todos lados.

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