La Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de la Ciudad de México, cuyo titular es José de Jesús Rodríguez, ayer lanzó un llamado desde temprano para pedir a las autoridades capitalinas que desplegaran elementos para proteger a los negocios de los actos vandálicos que se presentan en las marchas, como ayer en la del 2 de octubre, que recuerda la matanza de estudiantes en Tlatelolco en 1968. Sin embargo, nos comentan que su petición no tuvo eco, pues comercios de avenida 5 de Mayo volvieron a ser robados por los integrantes del llamado bloque negro, hecho que también sucedió la semana pasada en otra movilización. Nos hacen ver que los empresarios están preocupados porque cada vez que hay una manifestación un grupo se dedica a saquearlos y bajo el argumento de que no hay represión, este grupo comete actos vandálicos. Aseguran que nadie pide reprimir a los manifestantes, que, dicho sea de paso, no generan problemas, lo que se busca es que haya garantías de seguridad para los comercios, que son una fuente de empleo y de contribuciones fiscales.
Un C5 que le dé más potencia a la prevención
El próximo titular del C5, Salvador Guerrero Chiprés, adelantó que se buscará que este centro de videovigilancia tenga un enfoque ciudadano, por lo que habrá acompañamiento social, empresarial, de escuelas, iglesias y una cultura de prevención. Y si bien se seguirá impulsando que se fortalezca el lado tecnológico, el punto es convertir dichas instalaciones en el corazón de la seguridad de la capital, a través de la prevención, dando seguimiento a las inquietudes ciudadanas. Don Salvador, nos comentan, dejará el Consejo Ciudadano de Seguridad y Justicia que presidió en los últimos seis años, y se alista a dar el salto al C5.
¿Qué pasa en el Instituto de Transparencia mexiquense?
Nos dicen que empezaron los despidos en el Instituto de Transparencia, Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales del Estado de México y Municipios (Infoem), que preside José Martínez Vilches, y tan sólo este lunes dieron de baja a 40 trabajadores bajo el argumento de ajustar el presupuesto en el último trimestre del año, pese a que, nos recuerdan, en marzo se distribuyen los recursos. No es nada más el recorte de personal lo que ha inquietado a los trabajadores, pues en aras de ahorrar, ellos mismos deben comprar el papel higiénico y hasta productos de limpieza.