México es una República representativa y democrática y, concibiendo que la democracia es una forma de gobierno y la organización del poder político, “el pueblo no solo es el objeto del gobierno sino también el sujeto que gobierna”.
Así, el Supremo Poder de la Federación se divide para su ejercicio en Legislativo, Ejecutivo y Judicial. Para la integración de los dos primeros, se llevan a cabo elecciones de manera libre, auténticas y periódicos, atendiendo lo dispuesto por nuestra Constitución Política y los ordenamientos de la materia.
Por su parte, el Poder Judicial está conformado por la Suprema Corte de Justica de la Nación, un Tribunal Electoral, Tribunales Colegiados de Circuito, Tribunales Colegiados de Apelación y en Juzgados de Distrito, y los integrantes de estos órganos jurisdiccionales son nombrados a propuesta, generalmente del titular del Poder Ejecutivo y ratificados por el Poder Legislativo Federal.
Hace un par de semanas el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador dio a conocer sobre su próxima reforma política electoral que enviará al Congreso. Será planteada en tres vertientes: la elección de magistrados y jueces electorales por medio del voto de la ciudadanía, el presupuesto que recibe el órgano electoral y en la reducción o eliminación de diputados y senadores plurinominales.
Dijo que el pueblo elegirá a los jueces y magistrados, que se propongan como candidatos a gente con vocación democrática y de honestidad inobjetable, hombre y mujeres verdaderamente independientes e íntegros.
Además de reformar la manera en la que son designados los integrantes de los órganos jurisdiccionales, el presidente planteó una nueva forma de elegir al próximo presidente del Instituto Nacional Electoral, que será quien reciba el mayor número de votos de la ciudadanía.
“Con esto el pueblo será quien elija a los consejeros del Instituto Nacional Electoral y no serán elegidos por cuotas partidistas”.
De concretarse esta propuesta, tendríamos en puerta una democracia aún más representativa de la que tenemos hoy en día, pues el poder en los tres Poderes de la Federación se ejercerá mediante representantes elegidos por la ciudadanía.
Sin embargo, no hay que perder de vista los riesgos de esta reforma. La impartición de justicia en México requiere de técnica jurídica, técnica argumentativa para la resolución de controversias y dirimir conflictos en materia derechos políticos electorales.
Los integrantes de los órganos jurisdiccionales se capacitan de manera constante, cuentan con una licenciatura en derecho, una maestría e incluso un doctorado.
Muchos de ellos están dentro de la carrera judicial, la cual constituye un sistema institucional que comprende los procesos de ingreso, formación, promoción, evaluación del desempeño, permanencia y separación de las personas servidoras públicas de carácter jurisdiccional del Poder Judicial de la Federación basado en el mérito y la igualdad de oportunidades.
Por todo esto, de concretarse la iniciativa del titular del Poder Ejecutivo Federal en materia electoral, nos daremos a la tarea de revisarla a profundidad y analizar los planteamientos para los cambios en la forma de impartir justicia en nuestro país.