Este 2021, se cumplen 200 años de la consumación de la independencia, hecho en donde la Patria exigió grandes alianzas para asegurar su marcha, la unidad entre quienes pensaban diferente, pero coincidían en la necesidad esencial de librar a la Patria del yugo conquistador, que hizo posible el nacimiento de México y de nuestra República.
Fray Bartolomé de las Casas
En aquel entonces hubo dos movimientos: uno social, que tenía una fuerte presencia popular de gente del campo, jornaleros, mineros y pueblos indígenas, el segundo movimiento fue el político, más organizado, que tuvo una menor participación popular y estaba formado principalmente por las milicias y grupos de una incipiente clase media inconforme con el Virreinato. Fue una rebelión muy violenta que, además de la independencia, buscaba reivindicar otras demandas populares.
Hago este breve recuento porque en este año también concluye la LXIV Legislatura del Congreso de la Unión. Y hoy que vivimos una nueva transformación, debemos aspirar al encuentro de las grandes causas nacionales: salir de la polarización para darle paso a la conciliación
En la época de la Independencia, la Patria exigió grandes alianzas, hoy también nuestro México exige la comunión entre los diferentes sectores de la población: gobierno, sociedad civil, la academia, la iniciativa privada, las pequeñas y medianas empresas para poder tener finalmente un Estado benefactor.
Las distintas fuerzas políticas que existen en nuestro país debemos ser capaces de proponer al pueblo un programa de unidad, que debe ser la guía en el quehacer público, de encontrar con el diálogo la palabra común de la que tanto hablo Rosario Castellanos; pero sobre todo debemos ser capaces de comprender que nuestra única bandera son las causas sociales y las necesidades de México.
En la recta final de mi gestión como presidente de la Mesa Directiva puedo decir, sin duda a equivocarme, que en la Cámara Alta siempre se mantuvo un ánimo de respeto, de confianza y de amor a la Patria.
En los grandes debates que tuvimos durante estos tres años mostramos nuestro profundo sentimiento nacional. Para mí es una gran satisfacción ver que sesión tras sesión se lograra una concertación para construir un México de inclusiones con las visiones distintas y posiciones que representamos cada uno de nosotros. Procuramos siempre alcanzar acuerdos con base en lo que nos une y no en lo que nos aleja así fue posible mantener la unidad en la pluralidad y la libertad, porque siempre en todas y todos los Legisladores hay un elemento que nos unifica: el compromiso con México.